Mario Delgado y Marcelo Ebrard viajaron en el mismo barco por un rato, pero no es cierto que hoy estén juntos.
En 2012 Ebrard habría querido que Mario fuese su sucesor como alcalde de la Ciudad de México, pero las cosas salieron de otra manera. Porque Delgado no creció en las encuestas, Miguel Ángel Mancera se coló en la contienda y al final se quedó con la jefatura de Gobierno a la Ciudad de México.
La relación entre Ebrard y Delgado viene de lejos. Cuando Manuel Camacho y Marcelo Ebrard fundaron el Partido del Centro Democrático (PCD), por allá de 1999, Delgado era parte del cuerpo dirigente de esa fuerza electoral.
Luego Ebrard se alió con Andrés Manuel López Obrador y los cuadros del PCD, partido que en el 2000 no ratificó el registro ante el IFE, se sumaron al gobierno perredista de la Ciudad de México.
Ebrard fue nominado en 2006 y ganó la capital con las siglas del Partido de la Revolución Democrática (PRD). Entonces Delgado ocupó secuencialmente las secretarías de Finanzas y Educación.
Sin embargo, no logró brillar más que el procurador Mancera, quien al final fue más popular.
Delgado se sintió dolido porque habría deseado que su líder (Ebrard) le ayudara más de cuanto hizo.
Con todo, gracias a Ebrard, Delgado consiguió en 2012 un escaño en el Senado y a partir de ese momento comenzó a moverse con mayor independencia.
Aunque los análisis enrevesados quieren hoy seguir ubicándolo bajo el ala de Ebrard, la verdad es que, a partir de 2012, Delgado emprendió un vuelo propio.
Tal cosa quiere decir, entre otros aspectos, que construyó una relación directa y personal con López Obrador, donde Ebrard dejó de ser puente.
Fue esa relación con AMLO la que le convirtió en líder parlamentario de Morena, entre 2018 y 2020, y también en presidente de esa fuerza política desde hace dos años.
Es en este contexto que debe entenderse el reclamo de quienes apoyan la candidatura presidencial de Ebrard hacia el 2024, los cuales reclaman a Delgado suelo parejo en la contienda interna de Morena.
Zoom: Hoy delgado no solo respeta a AMLO sino que hace todo lo que el Presidente le instruye, aunque tal cosa implique quebrar la relación más importante de su carrera política, es decir, tomar distancia respecto a Marcelo Ebrard.
@ricardomraphael