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Obligaciones con tecnología

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  • Ricardo Corona

Recientemente, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) anunció que los ingresos tributarios incrementaron 74% gracias a la implementación de soluciones tecnológicas; también mejoró la capacidad de atención a trámites, llegando a cubrir cerca de siete millones. Esto se pudo lograr a partir del aprovechamiento herramientas sustentadas en inteligencia artificial, como robots digitales que aprenden a partir de la automatización del procesamiento de información y análisis de datos de los contribuyentes para que, por ejemplo, en caso de inconsistencias en el cumplimiento de sus obligaciones, se les notifique inmediatamente con el envío automatizado de un correo electrónico. Un esfuerzo en el que la autoridad hacendaria dijo no haber aumentado el gasto público, que más bien ahorró a partir de medidas que, además de hacer más eficiente el gasto, contribuyeron en combatir corrupción, fuga de información y una deficiente operación.

Esta inmersión tecnológica permite a la autoridad tributaria contar con una radiografía como antes no sucedía; lograr que, en muy poco tiempo, minutos, se analice la información para tomar medidas que fortalezcan el cumplimiento de obligaciones de contribuyentes. Enhorabuena por el SAT que predicó, con el ejemplo, cómo mejorar una de las funciones relevantes del Estado a partir de una estrategia tecnológica robusta. Pero ¿será que llegue el día en que la seguridad física y patrimonial de la ciudadanía cobre tal relevancia como para destinarle un énfasis tecnológico, como el del SAT, y se atienda uno de los retos más importantes que hoy enfrenta el país: instituciones de seguridad funcionales y confiables?

Y si, hay esfuerzos importantes como los de Nuevo León con su Sistema de Denuncias Virtual con video; o la Ciudad de México con la Denuncia Digital que requiere la firma electrónica emitida por el SAT o la denominada Llave CDMX que para su creación requiere de la Clave del Registro Único de Población (CURP). Pero son ejemplos aislados en un universo país que ha llegado a rebasar los 30 millones de delitos en un año. Imagínese por un momento que la inteligencia artificial llega a la procuración de justicia mexicana; que se denuncian no uno sino tres o cuatro de cada diez delitos; que no se gasta de más, sino mejor y que como consecuencia disminuyen las prácticas de corrupción y la deficiente operación; que se procese información y se analicen datos duros, no nada más percepciones; que se atienda al menos un número de denuncias igual a los trámites que atiende el SAT. Pero es solo imaginación porque hay de obligaciones a obligaciones. En la realidad la agenda tributaria se trabaja para cumplir las obligaciones de la ciudadanía, en materia de seguridad sería trabajar en el cumplimiento de las obligaciones de la autoridad.

Ricardo Corona

ricardo.corona@koalsulting.com


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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