Política

Del uno al 10

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Me senté en una terraza y pedí un vodka, con una botella de agua mineral y limón por mitad, por favor, para exprimir. Nunca me siento solo en la terraza de un bar. Me sentí interesante, un Sartre de bolsillo, muy de bolsillo. Algo insólito: guardé el celular en la bolsa interior del saco y dejé mi libro sobre la mesa. No sé si he dicho en este espacio que leo a Charles Simic, un poeta extraordinario y un prosista de los mil demonios.

Di el primer sorbo y me supo a gloria. La soledad  provisional sirve para que uno se vea por dentro. Lo que vi no me gustó, pero esa es otra historia. Leí un rato largo algunos poemas tristes y me sentí un poco un despojo de algo, pero no sé bien de qué.

A mí lado, en una mesa, un hombre y una mujer, jóvenes y guapos, hablaban con una intensidad de enamorados en serias negociaciones. Ella: “Yo me siento como de 7.7, pero ayer estaba en 5.4, de la verch”. Él: “¿Crees que es mi culpa tu baja valoración?”. Ella: “No sé. Ojalá lo supiera. Aunque sí, un poco. No sé nada de  nuestro futuro. Tú, ¿cómo de cuánto te sientes?”. Él: “Ponle un 7 cerrado”. Ella: “Estamos perdidos”.

Pedí un segundo vodka. Soy competitivo y me gusta el juego. Ellos están mal, pensé, con fuerza, como si quisiera transmitirles mi pensamiento: “no se equivoquen”. Yo siempre me siento como de 7.3. Me dirán: aspiras a la medianía. Y yo respondo: no, para nada, pero les digo que la vida nunca te da ochos y nueves así nada más porque sí. Ni hablar de los dieces, solo los tontos se sienten de 10, y los narcisos patológicos, pero no empecemos con diagnósticos silvestres.

Ella: “siete es como nada, como ser infeliz, sin porvenir”. Él: “¿tú crees?” Ella: “definitivo”. Di un sorbo lento a mi vodka y pensé con calma, ésa que a veces dan los años: los de siete son los melancólicos y lo que saben que esto de la vida no son las enchiladas. Nunca gritan su felicidad como estúpidos y se esconden detrás del siete, aunque traigan un 10.

Seguí leyendo a Simic, pero me interrumpí: la vida te ha dado más dieces de los que mereces. Pagué la cuenta y caminé bajo una tarde gris de enero: ah, si la vida fuera del uno al diez. 


rafael.perezgay@milenio.com

@RPerezGay


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Rafael Pérez Gay
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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