Dejemos en el abandono ya, por favor, la idea de que la panacea para que los clubes de futbol mexicanos eleven su nivel competitivo pasa por jugar en la Copa Libertadores.
En primer lugar, ese torneo lo organiza la Confederación Sudamericana de Futbol, entidad a la que no pertenece el futbol mexicano. Si lo que se quiere es jugar en esa Copa de forma permanente, la FMF debería de intentar pertenecer a la Conmebol… o como lo he escrito aquí en varias ocasiones, promover una reforma que termine con la disolución de la Concacaf y la Conmebol para dar paso a una única instancia que una a todos los países de América.
En segundo lugar, quienes creen que la Copa Libertadores puede realmente enriquecer a nuestro futbol deberían de sentarse a ver cuando menos un partido por jornada de este torneo y documentar el nivel competitivo que se muestra ahí.
En tercer lugar, los calendarios y formatos de definición del campeón en la Liga Mx no son compatibles con los de la totalidad de los países cuyos clubes juegan la Libertadores. Que no se los olvide que equipos mexicanos ya jugaron por varios años como invitados en este torneo y siempre se armaba un relajo a la hora de que había que jugar la Liguilla.
Ante este panorama casi imposible de modificar, ¿alguien puede seguir argumentando que la Liga Mx debe seguir buscando tener tres equipos en la Libertadores cada año?
Con el anuncio que se hizo el martes pasado, presentando la “Leagues Cup” del 2023, con la totalidad de los clubes que integran la Major League Soccer y la Liga Mx, no solo se busca dinero fácil proveniente de los bolsillos de los millones de paisanos que habitan en Estados Unidos. Se trata de elevar el nivel competitivo y la calidad del espectáculo. A futuro, una Liga que una a los tres países de Norteamérica puede resultar mucho más atractiva para las grandes figuras.
Rafael Ocampo