Se cumplen 60 días del gobierno sustituto de Sergio Salomón Céspedes Peregrina; dos elementos pueden destacarse al respecto: se trata de un mandatario de consensos, y de tolerancia política.
A diferencia del gobierno interino de Guillermo Pacheco Pulido, que ocupó el cargo por una negociación cupular en CdMX, a la muerte trágica de Martha Érika Alonso, con el gobierno sustituto fue diferente.
Durante las exequias del gobernador Migue Barbosa en aquellas horas del 13 y 14 de diciembre, el secretario de Gobernación Adán Augusto López declaró a reporteros que la designación de un gobernador sustituto sería un asunto de los poblanos, y no intervendría la federación.
El responsable de la política interior del estado tenía conocimiento amplio de la cantidad de nombres que se barajaron al presidente, en las horas posteriores al deceso de Barbosa.
Se descartaron las propuestas de designar como gobernador sustituto hasta a Julio Huerta, al no lograron el consenso del grupo parlamentario panistas en el Congreso local.
Nacho Mier lanzó una “bola de humo” al proponer al ex rector de la BUAP, Enrique Doger Guerrero, lo que generó una oposición de diputados morebistas, al igual que de barbosistas al aparecer el nombre de Fernando Manzanilla.
A marchas contra reloj, fue el consenso de los diputados locales a favor de Céspedes Peregrina como la mejor opción, avalada por todos los grupos parlamentarios.
El ungimiento de Sergio Céspedes es lo que necesitaba el estado en ese momento, como parte de una decisión local sin la intervención de las dirigencias nacionales de los principales partidos, incluido el oficialista Morena.
Los legisladores de los partidos representados en el Congreso local no se equivocaron en la decisión porque el ahora gobernador sustituto es un político con arraigo y conocedor de la nomenclatura política de las distintas fuerzas partidistas y fácticas.
En 60 días del gobierno sustituto los resultados están a la vista y de ellos son copartícipes el resto de los partidos con representación en la Legislatura, por lo que no es gratuita la estabilidad.
Pablo Ruiz Meza