La cacería -literal- contra los diputados federales opositores a la reforma eléctrica es el nuevo capítulo de la agenda de Morena.
Se trata de una estrategia de rijosidad orquestada en la cúpula del poder de la 4T, para arrinconar y fustigar el avance opositor rumbo a las elecciones concurrentes del 2024.
Publicar las fotografías con los nombres y apellidos de los legisladores del PAN, PRI, PRD y MC; atacar los edificios sedes de esos partidos y atizar en las redes sociales, es un plan de exterminio.
Se trata de un viejo modelo de los años más oscuros de persecución contra la oposición durante los regímenes priistas. Operan en las catacumbas los expertos de la línea dura de la izquierda estalinista y los represores de anteriores gobiernos.
Exterminar y acabar con los conservadores en México es el esquema copiado al carbón de las purgas de los grupos anarquistas y comunistas, antes y durante la guerra civil española.
La propaganda plagada de mentiras y medias verdades tiene todo el sello franquista para el exterminio de cualquier resistencia.
A este modelo se suman las prácticas de depuración y eliminación de los “contra revolucionarios” en la Rusia del PCUS.
La bandera de guerra para acabar con los “traidores a la patria” es un llamado a la intolerancia y de exterminio al contrario, donde no hay razones ni debate.
A la metralla de ataques verbales le han seguido los daños físicos a los inmuebles sedes de partidos políticos y legisladores opositores, en una abierta incitación a la violencia.
En un México violento como el actual, dominado por los grupos de la delincuencia organizada, la sola existencia de ésta es una amenaza velada para acallar a opositores en la disputa electoral.
No hay debate ideológico ni tolerancia a la discusión nacional de los grandes temas, se trata de reducirlo todo a buenos y malos; nacionalistas y vendepatrias; honestos y corruptos; liberales y conservadores; prevalece el discurso de odio.
Morena le apuesta a retener el poder a como dé lugar y sin importar el costo, a contrapelo de la vocación democrática de los mexicanos.
pablo.ruiz@milenio.com