Amanda Gómez Nava es el nombre de la persona que presidirá la Auditoría Superior del Estado (ASE). Fue electa con 34 votos a favor por parte de diputados de Morena y sus aliados, incluido el PRI.
Jorge Estefan Chidiac, el cabildero con el gobierno local de la 4T, negoció darles los votos de la bancada priista para que el partido oficial lograra la mayoría calificada en la primera ronda de votación.
Gómez dejó el cargo de secretaria de la Función Pública del gobierno estatal para “concursar” por la titularidad de la ASE, que tiene entre sus características ser un organismo “autónomo”.
La Auditoría Superior es un órgano relevante porque se encarga de la revisión de las cuentas públicas de los Poderes del Estado, los 217 ayuntamientos y de los organismos descentralizados.
Irónicamente, quien fue el titular, el también contador público Francisco Romero Serrano, está preso en San Miguel, acusado de presunto lavado de dinero de procedencia ilícita.
Inicialmente fue aprehendido y remitido al centro penitenciario por presunta violencia familiar, el famoso “chaleco” como le llaman en el argot ministerial, para luego integrarle otras carpetas.
En la era de la 4T insistieron que no eran igual a los gobiernos anteriores donde había corrupción, amiguismo, invasión de facultades de los Poderes y que importaban “fuereños” para ocupar cargos públicos.
En el caso de la nueva auditora superior, independientemente de su condición de género, durante la valoración de su capacidad durante su comparecencia en el Congreso local, dejó muchas dudas.
El diputado local y dirigente estatal del PRI, Néstor Camarillo -que sabe de lo relevante de la aprobación de las cuentas públicas municipales-, explicó el voto de la encargada.
La bancada del PRI votó a favor de Gómez Nava porque “es el perfil calificado, ya que tiene la experiencia” al ocupar “diversos cargos”.
Camarillo atribuyó al “nerviosismo” la atropellada comparecencia de Gómez Nava ante diputados locales.
La auditora Superior electa viene con experiencia como funcionaria pública, tras haber ocupado cargos de menor nivel en gobiernos priistas del Estado de México.
Seguramente la nueva auditora “importada” del vecino estado tendrá buen desempeño, porque no estará sola, siempre tendrá el acompañamiento fáctico, aunque se trate de un órgano autónomo.
Pablo Ruiz
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