Es muy penoso para los abogados, para el Poder Judicial y para las universidades el escandaloso caso del plagio de la tesis de la ministra de la SCJN, Yasmín Esquivel.
No deberíamos acostumbrarnos a este tipo de casos, pues es grave la omisión de las autoridades educativas y universitarias que dejan pasar más de un plagio en las tesis para obtener licenciaturas, como ocurrió con la ministra en 1987 para obtener la licenciatura.
En Puebla se han divulgado varios o muchos casos donde políticos han realizado sus posgrados y son sus empleados quienes les redactan sus tesis para obtener los títulos.
Tuvimos un caso verdaderamente sorprendente del rector de una prestigiada universidad poblana, que se acreditó con el grado académico de Maestro en Ciencias, pero no dominaba ningún idioma pese a ser requisito del posgrado.
Otro caso, que era secreto a voces, fue el del dirigente magisterial y líder del Partido Nueva Alianza, Néstor Salgado, acusado por maestros del SNTE de haber registrado un tesis plagiada para obtener el título de una licenciatura en la Escuela de Derecho y Ciencias Sociales.
Justo en esa Facultad, en Ciencias Políticas, otro caso de plagio de tesis profesional fue muy "sonado" , pero se "ahogó" el escándalo porque se trataba de un presunto "líder de opinión".
Las universidades públicas, lejos de abrir sus bibliotecas para tener acceso a las tesis profesionales, las tienen bajo las llaves y en el caso de connotados políticos, las mantienen en "bóvedas" de seguridad, en el absoluto secreto.
Hoy se conoce el caso vergonzoso de una ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, nada más y nada menos, del plagio de la tesis, solo gracias a un artículo publicado por por el investigador Guillermo Sheridan.
Posterior a las horas de escándalo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) confirmó que hay varias coincidencias entre la tesis de Licenciatura de la ministra Yasmín Esquivel con la que otro alumno registró antes.
Mientras en algunas universidades las tesis son celosamente protegidas, el titular del Ejecutivo federal aseguró que cualquier error o anomalía cometida por Yasmín Esquivel cuando fue estudiante, es “menor al daño ocasionado a México” por "intelectuales orgánicos", como Enrique Krauze y otros. Justificación que ni venía al caso.
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