El fenómeno de la subcontratación laboral a través de las outsourcing, visto desde la óptica empresarial o sindical, tiene varias interpretaciones, pero el Estado debe imponer la razón jurídica y social a favor del mercado de trabajo.
Esta figura de la subcontratación laboral, así como otras medidas del llamado neoliberalismo, fue introducida por la venta en las relaciones laborales de los trabajadores con las empresas y el gobierno, sin ningún reglamento ni legislación.
A la par que se marginaba a los sindicatos titulares de los contratos colectivos de trabajo en el ingreso, permanencia y promoción de os trabajadores en los centros de trabajo, se minó la relación bilateral para precarizar aún más los salarios en México.
De un plumazo se debilitó a los sindicatos y cercaron los derechos de los trabajadores en sus salarios y prestaciones sociales, así como de su libre asociación.
Los sindicatos, federaciones y confederaciones obreras y del sector público contribuyeron en complicidad con las empresas y patrones para imponer en los hechos un nuevo régimen laboral excepcional, al margen de la legislación laboral mexicana.
No fueron suficientes los contratos y sindicatos para evadir obligaciones sociales y salariales de los trabajadores, en empresa de industria y el sector público recurrieron a este esquema para abaratar los costos laborales y evitar el pago de salarios justos, impuestos, Infonavit, IMSS o jubilaciones.
El outsourcing es la expresión más acabada del canibalismo laboral en contra de los trabajadores, abandonados por Estado en la protección de los derechos laborales y sociales más elementales, un salvajismo en la explotación laboral.
Son los sindicatos, de todos los signos de los apartados A y B del 123 Constitucional, los que toleraron, contribuyeron y consintieron una práctica de salvajismo laboral al permitir la subcontratación, en abierta violación a los derechos humanos de los trabajadores.
Si los promotores de la cancelación de las outsourcing moderada o salvaje abandonan la obligación de erradicarla, solo confirmarán la simulación de la reciente reforma laboral que ocultó este esquema debajo de la alfombra de la 4T.
pablo.ruiz@milenio.com