El “abuelo” de Morena, el PRI, se refundará para estar a tono con la Cuarta Trasformación, posterior a los magros resultados electorales del pasado 6 de junio.
Los priistas se suben a la ola de la 4T en la refundación: el 4 de marzo de 1929 nació como Partido Nacional Revolucionario (PNR), por Plutarco Elías Calles. En 1938 se transformó al Partido de la Revolución Mexicana (PRM) y en 1946 adoptó el nombre actual de Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El PNR, PRM y PRI son los “abuelos” del partido Morena; ahí tiene a los nietos, como el primer morenista del país y otros ilustres ahora hombres de “izquierda” como Manuel Bartlett, Napoleón Gómez, Ignacio Mier Velazco, Alejandro Armenta Mier...
Luego de perder las ocho gubernaturas en las elecciones locales y no ganar una sola de las 15 que estuvieron en disputa en los comicios del 6 de junio, el PRI será refundado.
Explicablemente, a pesar de tener a gobernadores con las mejores calificaciones de aprobación por los ciudadanos, cedió la plaza a Morena en estados como Tlaxcala, Sonora, Sinaloa...
Al pasar del caudillismo cristero de Plutarco Elías Calles (PNR), al nacionalismo del tata Lázaro Cárdenas (PMR), al neoliberalismo de Carlos Salinas de Gortari (PRI), este otrora partido-gobierno entra de lleno a la Cuarta Transformación.
Hay coincidencia en la gran mayoría de priistas en la refundación de este alicaído partido político del que se ha nutrido Morena en los seccionales, los municipios y de los estados, para cambiar de nombre. Ayer, en Ciudad de México, priistas ilustrados presentaron una nueva corriente política en el PRI: Reflexión 2021, y se han propuesto generar un amplio debate nacional para refundar a este partido. En esencia son los priistas de siempre, que lo mismo le han aplaudido a Miguel de la Madrid, Carlos Salinas de Gortari y a Enrique Peña Nieto.
Los reflexionistas del PRI pretenden refundarse, pero sin Alejandro Alito Moreno Cárdenas, presidente del CEN, y pintan su raya del queso oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz (URO).
Después del PNR, PRM y PRI, para ser consecuentes con la 4T, debería refundarse como Primor en este siglo XXI.
Pablo Ruiz
pablo.ruiz@milenio.com