La banda Chicago se tardó 30 años en venir a León y el día que vino no se oía nada. Fuimos a oír a Chicago, muy ilusionados, y sólo oímos ruidos y ecos parecidos a Chicago, muy decepcionados.
El audio del Polifórum León es terrible.
Ni siquiera se oía con precisión el bajo. No se escuchaban los metales, ni el piano. El requinto era confuso. La gran calidad musical de Chicago no pudo apreciarse.
Por ahí me encontré a un músico de León que estaba a punto de infartarse por el enojo. No se vale, me dijo. Aquí están frente a nosotros de los mejores músicos del mundo, el mejor bajista, el mejor tecladista, y no podemos oírlos por culpa del lugar.
El Polifórum León es un edificio espléndido, muy amplio y cómodo, moderno y agradable, pero no está hecho para un concierto. El Polifórum es un espacio para exposiciones y convenciones. Sus techos metálicos son correctos desde el punto de vista estético y estructural, pero no son para la reproducción de los sonidos. Cuando lo construyeron, nadie pensó en hacer conciertos. Lo único que querían era hacer un centro de exposiciones para los zapatos, pero ahora ya es nuestro centro de espectáculos de León.
Es una vergüenza hacer conciertos ahí. No hay calidad. No hay condiciones. Nada qué ver con el Auditorio Nacional del DF o el centro Telmex de Guadalajara. León queda mal, como ciudad, con un espectáculo internacional en ese recinto improvisado. No deberían autorizar conciertos ahí. Entiendo que el promotor sólo quiere ganar dinero al traer un espectáculo de ese nivel –aunque sea 30 años tarde-, pero alguien debería exigirle calidad. ¿Sería Profeco? ¿El Municipio? Seguramente Chicago recordará por siempre a León porque nunca se habían escuchado tan mal.
Entonces somos o no somos de primer mundo.
Entonces queremos que León sea una de las mejores ciudades del país.
Siempre nos quejamos de que nunca vienen los grandes grupos del planeta –¿Cuándo vendrán Maroon 5 o Radiohead?, ¿en el 2030?–, pero tal vez lo mejor es que no vengan. No mientras no tengamos un auditorio digno para escucharlos.
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