Política

Ciudad sin gasolina

  • Reporte de inteligencia
  • Ciudad sin gasolina
  • Pablo César Carrillo

Gobierna el caos. Un conductor avienta la lámina por delante para ganar un espacio en la fila. Otro le cierra el paso de forma grosera. No hay cortesía.

No te dejo pasar. Yo llegué primero. Aquí me meto a huevo. ¡Quítate idiota! ¡No te metas pendejo!

Se perdió la amabilidad.

Hay que pelear por la gasolina.

Tres o cuatro autos se quedan parados, a media calle, con tal de ganar un lugar, sin importar que afectan a cientos de vehículos en un embotellamiento.

Lo que importa es llenar mi tanque.

Lo que hagan los demás, no es mi problema.

Unos se levantan a las 6:00 de la mañana para comprar 300 pesos de combustible. Otros se forman hasta dos horas para ganar un espacio, como en una escena moderna del apocalipsis.

La película de Mad Max nos lo mostró hace 30 años. Una crisis por gasolina en el futuro, con hombres sucios y descuidados, matando por un galón de gasolina en un mundo en ruinas. Ya dimos el primer paso: Hoy no tenemos gasolina.

Un repartidor de refrescos apareció en la fila, con desesperación, debido a que necesitaba el combustible para distribuir su mercancía. Una señora llegó caminando porque su coche se quedó parado a unas cuadras de distancia. Allá por el bulevar Delta dos hombres se agarraron a golpes por un lugar en la fila.

Ya podemos imaginar un León sin gasolina.

Hay que parchar la llanta de la bicicleta, por si acaso. Hay que almacenar dos o tres galones, por si es necesario. Hay que movernos sólo lo indispensable en estos días, para no quedarnos sin una gota.

La liberación de los precios de la gasolina en México –que comienza el primero de enero del 2017-, ya provocó la primera crisis. Antes, Pemex era el único distribuidor de combustible y ahora habrá empresas extranjeras. Eso tiene nerviosos a los actores del mercado. A los gasolineros, a los distribuidores, a las empresas comercializadoras, a los automovilistas.

La crisis llegó a las calles.

Los leoneses están llenando el tanque, porque temen al desabasto. Los gasolineros sólo venden 300 pesos. Hay largas filas en las estaciones de servicio. Hay gritos y ofensas, tráfico y embotellamientos, enojos y claxonazos.

¡No te metas pendejo! ¡Yo tengo aquí dos horas!

¡Quítate! ¡Yo llegué primero!

Impera el caos. Aquí vivimos una pequeña muestra de lo que sería el mundo sin gasolina.

pablo.carrillo@milenio.com

Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.