El pasado 15 de julio a las 5:30 pm., autoridades federales confirmaron la caída de un helicóptero de la Secretaría de Marina en Sinaloa. El hecho sucedió la mañana de ese viernes en un predio ubicado en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Los Mochis.
A las 7:30 pm. se confirmó la detención del narcotraficante Rafael Caro Quintero. Adicionalmente, se informó que después del operativo, un helicóptero Black Hawk de la Semar se desplomó. En él viajaban 15 elementos de la Unidad de Operaciones Especiales de la Armada de México, de los cuales 14 fallecieron. A las 9:47 pm. el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que se ordenaría una investigación para conocer las causas del desplome.
El 18 de julio, la Secretaría de Marina refirió que el Black Hawk no había sido derribado y que se indagaría sobre un desperfecto mecánico o una mala maniobra. Y que los elementos a bordo sí habían participado directa e indirectamente en el operativo para la captura de Caro. El 22 de julio, mediante un boletín de prensa, la Semar informó que la Fiscalía General de la República se encargaría de la investigación y pedía a la opinión pública no especular sobre lo acontecido.
En próximos días, de acuerdo con información recabada por esta columna, se darán a conocer los primeros resultados oficiales de la investigación del accidente y los datos arrojados por la caja negra de la aeronave.
La indagatoria oficial concluye con dos datos sustantivos. Uno, que se trató de un “error humano”, derivado de que uno de los pilotos que tripulaba la nave siniestrada buscaba descender con urgencia al percatarse de una falta de combustible y que presionado por la gravedad del momento, operó por error una de las palancas de seguridad que detiene motores y rotores de golpe.
El segundo dato, hasta ahora desconocido, es que uno de los 15 pasajeros del helicóptero colapsado era el elemento de la Marina designado como líder de todo el operativo, que con esta tragedia de por medio resultó exitoso en su objetivo final.
Palabras clave
Para tratar de entender el error humano en este caso, tendríamos que asomarnos a los diversos elementos que inciden sobre la inmensa presión a la que están expuestos estos pilotos de operaciones especiales: un factor externo, una falla mecánica o, desde luego, el ataque de los propios delincuentes. Entre muchos más.
Óscar Cedillo
@Conejocedillo
