Voy a tratar de no spoilear en este artículo que se basa sobre un enfoque muy personal de una trama implícita en el guión de la película más vista el fin de semana en México: “Deadpool y Wolverine”.
Más allá de la historia de los personajes, los cameos que tiene el filme, el tema del multiverso y las líneas de viajar en el tiempo, así como el protagonismo del antihéroe de traje rojo, la presencia de Wolverine tiene un gran mensaje por sí mismo que quizás para muchos haya pasado inadvertido.
“No tienes nada que cambiar en su pasado, su pasado lo hizo ser el hombre que te ayudó, a veces la gente que ayudamos es la gente que más nos ayuda”, le dijeron a Deadpool ante la petición de Wolverine de modificar en la línea del tiempo los ayeres que tanto le dolían recordar.
En diversas escenas del hit taquillero vemos al musculoso hombre de amarillo beber alcohol de forma descontrolada y de tener pensamientos recurrentes por los fantasmas atormentadores del pasado, como le sucede a cualquier alcohólico del mundo.
Vivir en el ayer, lamentarse de lo que fue o no fue y buscar en el alcohol la forma de evitar la realidad, es una característica de muchos alcohólicos como en momentos nos lo parece este superhéroe que en esa faceta parece que deja de ser inmortal y sufre como cualquier ser humano.
Por ello se me ocurría una secuela de esta película con la historia del “lobezno”, como lo llaman en España, que comenzaría con una reunión de alcohólicos anónimos con el personaje en tribuna declarando “buenas noches mi nombre es Wolverine y soy un alcohólico”.
“Después de conocer el programa de recuperación de los 12 pasos, de aceptar mi enfermedad que me mantenía pegado a la botella a pesar de mis súper poderes y de querer transformar mi pasado doloroso en el que defraudé a mucha gente, he llegado a reconocer que ese pasado es el que me hace ser quien soy hoy y gracias al cual hoy puedo ayudar a millones de personas de otra manera”, diría Wolverine en su testimonio.
Finalmente, el alcohol no respeta edad, género, condición social y ni siquiera a los súper héroes, como lo muestra la película en una historia subyacente a la trama principal.
Afortunadamente Wolverine no vuelve a beber y se olvida de sufrir por el pasado, aprendiendo a vivir en el presente, con todos los dones que tiene para ayudar a otros.