Recién pasamos la conmemoración de la Revolución Mexicana y el puente comercial llamado Buen Fin, cuando la mexicana alegría comienza a preparar su temporada anticipada de posadas navideñas y celebraciones de fin de año.
Aunque las tiendas y comercios, en algunos casos, desde septiembre pusieron a la venta artículos navideños y en algunos restaurantes comienzan a servirse platillos de Nochebuena, la realidad es que la nueva versión del maratón “Lupe-Reyes” vive ahora su pretemporada “Revolución-Guadalupe” y no es broma, pues algunos grupos sociales comienzan a agendar sus compromisos de fin de año desde los últimos 10 días de noviembre para no saturar sus calendarios decembrinos.
Con esa intención y no la de ser aguafiestas, lanzamos nuestro llamado preventivo: cuidado, huele a posadas.
Lo hemos dicho siempre y lo ratificamos hoy. No estamos en absoluto contra las fiestas, ni siquiera en contra de quienes fabrican, venden, distribuyen o consumen alcohol, sino solamente de los excesos que vienen acompañados de dolores de cabeza o de lamentables tragedias.
Estudios de diversos orígenes han dejado en claro que en la época de fin de año aumenta el consumo de alcohol y otras drogas, igual que los episodios depresivos de muchas naturalezas, en una temporada que se supone eminentemente festiva.
De tal suerte que, si la temporada se alarga ante lo adelantado de los festejos, deberíamos también avanzar los esfuerzos de prevención y las campañas de concientización para disminuir los factores de riesgo y los problemas que suelen presentarse en las festividades.
Pasa lo mismo en lo relacionado a la sana alimentación y a la actividad física que suele disminuir en el cierre de cada año con la llegada de los compromisos sociales.
Así como en algunos sectores productivos comienzan a escucharse expresiones de que ya se acabó el año y hay que comenzar con los planes del 2024, algunas personas empiezan sus vacaciones gastronómicas desde ahora, dejando el cuidado de su salud para enero, lo cual podría ser un error lamentable.
Se vale atender los compromisos, comer y beber, pero es importante mantener la actividad física y equilibrar los excesos de todas las formas posibles.
Dos recomendaciones al respecto, aunque suenen trilladas. Todo con medida, nada con exceso. No dejes para el 2024 lo que puedes hacer ahora.
