El mes de mayo en el calendario cívico y social mexicano es muy intenso. Conmemoramos el 1 de mayo, Día del Trabajo, fecha de gran significado para los trabajadores mexicanos y de varios países por la reivindicación de sus derechos; el 5 de mayo, la Batalla de Puebla, gesta heroica que recuerda el día en que las fuerzas nacionales enfrentaron y derrotaron al entonces ejército más poderoso del mundo, además es una de las fechas más recordadas por nuestros compatriotas fuera de nuestro país, como en Estados Unidos y particularmente en Nueva York.
Sigue el 10 de mayo, Día de las Madres, la cual es sin duda la fecha con mayor carga emotiva y más importante para la sociedad mexicana. Dadas las circunstancias sanitarias producto de la pandemia de coronavirus —la cual llegará hoy a su punto más alto en la zona metropolitana de Ciudad de México y en los días y semanas siguientes en otras ciudades y regiones, según las proyecciones de los especialistas— es necesario exhortar nuevamente a que festejemos a las mamás con plena conciencia de que estamos en crisis. Es un momento de excepción. La mejor manera de festejar el Día de las Madres es cuidándolas mucho.
Mientras que el 15 de mayo se conmemora el Día del Maestro. Tradicionalmente en esta fecha se realizan celebraciones en miles de escuelas del país y las distintas organizaciones magisteriales se expresan en calles y plazas públicas. Dadas las medidas de confinamiento y distanciamiento social, las escuelas están cerradas, se imparten clases a distancia y las organizaciones de profesores han seguido las recomendaciones de las autoridades de salud.
De esta manera, todas las acciones que realice el magisterio serán necesariamente vía remota o respetando rigurosamente las medidas de confinamiento, higiene y distanciamiento social. Sin lugar a duda, desde el pasado 23 de marzo, la pandemia ha trastocado toda nuestra cotidianidad.
Vivimos un mayo de coronavirus. Quizá algunos aún no han dimensionado, la crisis que vive México y la comunidad internacional. El mundo está en cuarentena, en Asia y en algunas naciones europeas preparan su retorno poco a poco a la normalidad, lo cual no será ni fácil, ni rápido. Estos meses de epidemia quedarán para la historia como testimonio de cómo México, sus autoridades y su sociedad respondieron a la crisis de salud más importante que les ha tocado vivir a muchas generaciones de mexicanas y mexicanos.
En el mejor de los casos, hoy hemos llegado a la mitad del camino. El objetivo es claro, disminuir la velocidad de contagios y tener el menor número de personas hospitalizadas. La gran mayoría de la población ha actuado de manera responsable, pero también han existido lamentables excepciones de relajamiento o incumplimiento a las medidas de confinamiento, distanciamiento social, que van en contra, no solo de las personas que las cometieron, sino de toda la sociedad. Este tipo de conductas deben terminar por el bien de todos.
Este día, que se llega a la mitad del camino de esta crisis, debemos convocar a la responsabilidad y a la generosidad. Que el mes de mayo se registre en nuestra historia como el mes en que la solidaridad de las mexicanas y mexicanos venció a la epidemia.
@MBarbosaMX