Hace un mes, las intensas lluvias dejaron a cientos de familias de la Sierra Norte en el desamparo, y muchas de ellas todavía se encuentran en albergues provisionales, y de acuerdo con lo que le dijeron a mi compañero Daniel Hernández, viven con miedo e incertidumbre.
Parece que la urgencia terminó, al menos para los que no estamos padeciendo las consecuencias de la tragedia, porque como siempre ocurre, la sociedad se vuelca igual que el gobierno, pero pronto nos olvidamos; o al menos es la percepción que los afectados tienen en estos momentos.
Por supuesto que agradecen la atención inmediata de las autoridades, encabezadas por el gobernador Alejandro Armenta, y sus funcionarios del gabinete, así como los del gobierno federal que la primeras dos semanas estuvieron al pie del cañón, pero esa euforia se ha ido apagando.
Insisto en que es la idea que tienen los miles de damnificados, porque a estas fechas ninguno tiene la certeza de lo que pasará con su futuro. Se ha dicho que serán reubicados en lugares más seguros, pero a ciencia cierta nadie sabe aún.
Algunas colonias de Xicotepec y Huauchinango tratan de volver a la normalidad, pero hay otras que desconocen cómo reiniciar sus actividades, pues como siempre sucede la ayuda comienza a escasear conforme transcurren los días.
En otras regiones la situación es muy parecida, puesto que los daños tardan en ser reparados, y los habitantes comienzan a sentirse abandonados, cuando horas después de la tragedia todos estábamos volcados para ayudar.
Aunque eso sea parte de un proceso que lleva tiempo, no puede ser que tan pronto se perciban abandonados. En todo caso ha fallado la comunicación por parte de las autoridades municipales, porque la responsabilidad de atenderlos es de ellos.
La búsqueda de Tadeo
Respecto al caso del niño Liam Tadeo, ayer se reportó que continúan las acciones de búsqueda en la zona conocida como Las Compuertas-Acatlán, municipio de Huauchinango, con la participación interinstitucional de dependencias de los tres niveles de gobierno.
En ese grupo participan la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), encabezando los trabajos de coordinación en campo, Protección Civil, Seguridad Pública estatal, Bomberos del Estado, con apoyo de la unidad canina Akira, especializada en rastreo por olor residual, entre otros.
Desafortunadamente no hay resultados, pero se informó que seguirán los trabajos. Hay que destacar el seguimiento puntual que le han dado, pues las familias necesitan encontrar algo de paz entre tanto dolor.
