El senador morenista Waldo Fernández, uno de los perfiles que su partido tiene para la contienda del 2007 rumbo a la gubernatura, le puso el cascabel al gato al afirmar que aceptará la decisión su partido en cuanto al género del candidato, pero no bajo presión de otros partidos.
Waldo sabe, porque así ocurrió en el pasado proceso electoral, que fue un acuerdo entre las dirigencias nacionales mediante el que se determinó cuáles entidades debían postular hombre o mujer, y eso les ocasionó problemas hasta el último minuto.
De hecho hubo estados como Puebla, entre otros, donde la ex alcaldesa y ahora diputada federal de Morena, Claudia Rivera, en un final de fotografía perdió con el actual gobernador Alejandro Armenta Mier. Por supuesto que en este momento debe ser la primera apuntada porque siente que se la deben.
Así hay muchos casos en todo el país, donde consideran que es tiempo de las mujeres, y que la llegada de la presidenta Claudia Sheinbaum a la primera magistratura allana el camino, y muchas candidaturas deberán ser asignadas a mujeres.
Lo que el senador Fernández señala es que dependerá de su partido y la coalición, la designación del género en las 17 gubernaturas que renovarán el próximo año, pero sin duda el partido gobernante deberá respetar los acuerdos que tomen los representantes ante el INE.
Por lo que dice, también está la opción de acudir a los tribunales electorales, en caso de que exista algún diferendo o discusión sobre el tema, y todo parece indicar que así será porque hay mucho en juego en todos los estados.
En el caso de Nuevo León, hay al menos tres aspirantes por parte de los guindas que tienen posibilidades o bien ellas piensan que las tienen, pues la tendencia es a que se complete la verdadera alternancia, con la llegada de la izquierda a una entidad donde el empresariado tiene gran influencia en los cambios en el Gobierno.
Empezamos con Tatiana Clouthier, política de una sola pieza y que por tener un ADN panista, en un momento dado no le desagrada al sector privado, igual que la senadora Judith Díaz, quien también proviene del blanquiazul.
También está Clara Luz Flores, quien ya tuvo su oportunidad. Actualmente trabaja en el Gobierno federal, donde ocupa la dirección de Asociaciones Religiosas de la Secretaría de Gobernación, y ha logrado una gran relación con su jefa Rosa Icela Rodríguez, a quien acompañó a los funerales del papa Francisco.
