Alguna vez Fernando Elizondo Barragán declaró que desde el punto de vista técnico el proyecto Monterrey VI era “mal sustentado e innecesario”. Muy pronto el tiempo lo puso en su lugar y ahora carga en su conciencia la culpa de lo que ahora está sucediendo.
Por si fuera poco hubo funcionarios en el pasado reciente que tuvieron el desatino de ordenar el desfogue de las presas, dizque porque estaban hasta el tope.
Miles de familias en el área metropolitana carecen del vital líquido y ahora protestan en las calles porque en sus casas no tienen una gota de agua.
La crisis del agua que ahora vive Nuevo León tiene responsables con nombre y apellido, y uno de ellos es Elizondo Barragán, que de ser un político sensato se convirtió en el “villano favorito”.
Lo que ahora vivimos en el área metropolitana es una cadena de errores y omisiones de las que el ex tesorero panista es parte importante por lo que dejó de hacer en su momento.
Lo que sucede hoy en el área metropolitana es de proporciones apocalípticas, y quienes hemos nacido en esta tierra, como diría el himno del estado, nunca imaginamos ser testigos de las condiciones tan deplorables en las que viven algunas colonias.
Es cierto que los habitantes tenemos parte de la responsabilidad al no haber racionado el agua, y que la despilfarramos durante años como si tuviéramos que reservar para toda la vida.
El punto es que al tener el problema encima, las autoridades estatales no supieron enfrentar la crisis y ahora tenemos un gobernador que a través de las redes cuenta chistes para evadir su responsabilidad.
El problema se agrava porque las temperaturas no ceden y en los hogares se vuelve casi imposible sobrevivir. Sin agua y sin energía la situación se torna difícil.
La falta de agua en Monterrey ha hecho que ciudades vecinas como Saltillo pidan hasta identificación, para comprobar que son originarios de esa entidad y les dan prioridad.
Mientras tanto, en miles de hogares las familias se bañan de “botecito” si bien les va, y otros ni siquiera esa posibilidad tienen. Después de muchos años la realidad nos ha ubicado para reconocer que no tomamos previsiones y ahora estamos sufriendo por no haber hecho lo correcto.
Miguel Ángel Vargas
