Paciencia, concentración y calma mental son las cualidades necesarias para esta prueba olímpica pero también para lograr dar en el blanco en la diana de la vida.
El pasado jueves 25, las arqueras Ana Paula Velázquez, Alejandra Valencia y Ángela Ruiz iniciaron su participación en los Juegos Olímpicos de París. La prueba de Tiro con Arco apareció por primera vez en los Juegos Olímpicos de París 1900, aunque su utilización para la caza y la guerra tiene alrededor de 64 mil años, pero es en China y Japón donde su práctica se convierte en una forma de arte y meditación.
El Kyudo, conocido como “el Camino del Arco”, tiene sus raíces en la filosofía zen, específicamente en los métodos de arquería de los samuráis que, a diferencia del tiro con arco occidental, se centra menos en el objetivo físico y más en el proceso de disparo, enfatizando la importancia de una postura correcta, respiración controlada y un estado mental tranquilo, “una forma de meditación en movimiento, donde cada acción es realizada con intención y plena conciencia”.
Para el Yoga la metafora del Tiro con arco tiene que ver con la sútil armonía entre tensar el arco y retener el aliento por una parte, y aflojar y exhalar por la otra: “La idea es que por sobre todas las cosas hay que actuar, porque sin eso no ocurriría nada; un obstáculo a superar, tanto en el tiro al blanco como en la vida”.
De hecho, Dhanurasana, la postura del Arco, como explica el yogui Urdhvabhaga Das, permite al practicante evocar hasta dónde “hacer, tolerar, forzar, permitir, etc., en los diferentes encuentros ‘bélicos’ ante nuestros ‘enemigos’ o adversarios. Al descubrir cuál es la fuerza necesaria para cada flecha a ser lanzada, encontraremos la salida de esta interminable batalla del ciclo de nacimiento y muerte, el Samsara, alcanzando Mukti (liberación) a través del Samadhi o la absorción plena con nuestra fuente”.
Hablando de la práctica del Tiro con Arco occidental, un estudio reciente reveló que la meditación mejora significativamente el rendimiento atlético, las funciones cognitivas y el estado psicológico en los arqueros, de igual manera incide en un aumento global del nivel de atención plena. Lo cierto es que la práctica de Tiro con Arco en sí misma, implica concentración, intento, y una mente clara y en calma, para lograr que la flecha dé en el blanco. Eso sin olvidar el ejercicio de la conciencia que representa: “Ante todo, se trata de armonizar lo consciente con lo inconsciente”.
(Con información de traumartistics.com, javierteja.com y milenio.com)