Estoy convencida de que temas como feminismo, igualdad de género, equidad de género, inclusión, nuevas masculinidades y empoderamiento de la mujer, precisan de la voz, de la acción y del compromiso de los varones; en este objetivo se centra el esfuerzo de llegar a más mexiquenses y decirles que todos somos responsables al momento de edificar una sociedad en donde las mujeres vivan seguras.
Casi un centenar de eventos durante 2016 testimonian mi presencia en 82 de los 125 municipios mexiquenses, en los que de la mano con las autoridades municipales he manifestado mi visión acerca de los nuevos roles que tenemos que adoptar al interior de nuestras familias para, desde ahí, blindar a nuestras niñas y niños para que al crecer, mantengan una conducta de respeto al género opuesto.
Es por ello que durante 2016, además de cumplir con mi tarea legislativa como integrante de la Mesa Directiva del Senado de la República, como presidenta de la Comisión de Vivienda, como integrante de cuatro comisiones legislativas, orienté mi presencia en el Estado de México a construir espacios de diálogo con mujeres y hombres a lo largo de todo el territorio estatal.
Como senadora de la República por el Estado de México, entendí que trabajar en favor de la seguridad de las mujeres, que sumar mi trabajo para combatir los feminicidios, que agregar mi voz al gran entramado institucional que se estaba construyendo, era una responsabilidad que no debía eludir.
Con base en textos, investigaciones y ponencias de destacados investigadores, conformé una Conferencia titulada "Mujeres y hombres construyendo relaciones exitosas", con la que continúo mi recorrido por la entidad y por algunas universidades para llevar el mensaje de que la solución a la inequidad producto del enfoque de género, demanda de la participación de mujeres y hombres.
La gran mayoría de las historias de éxito que conozco de mujeres, comienzan en el seno de una familia donde nunca se discriminó o se fue inequitativo con las mujeres en relación con los hombres, por ello reafirmo que es en el hogar donde se construye el mayor y mejor blindaje para las mujeres, enseñándoles que todo lo pueden lograr y creer en ellas mismas. Hacia esta esfera debemos orientar nuestro trabajo.
El 2017 será un año en que gobierno y sociedad debemos seguir trabajando para consolidar una sociedad en la que ser mujer sea siempre un privilegio, una bendición y no una condición que ponga en riesgo nuestra vida. Sin feminismo, no hay revolución.