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Solidaridad sin mezquindad

  • Fortuna y poder
  • Solidaridad sin mezquindad
  • Marco Antonio Mares

Frente al terremoto registrado en Ciudad de México el pasado 19 de septiembre, emergió nuevamente el rostro de la solidaridad de la sociedad civil. Miles de ciudadanos se volcaron al rescate de las personas atrapadas bajo los escombros, hicieron donativos, los acopiaron y distribuyeron.

La bondad y entrega desinteresada de los mexicanos no deja de sorprender. La solidaridad de la sociedad civil es anónima, con miles de rostros de trabajadores, empleados, profesionistas, comerciantes de todos los estratos socioeconómicos.

En esa oleada de solidaridad social no hay espacio para la mezquindad. Tampoco lo hay para la solidaridad empresarial que, desde mi perspectiva, en este triste episodio ha sido notable.

Sin embargo, en las redes sociales las voces críticas —que todo lo ven a través del negro cristal de la amargura— se inconformaron porque consideran que lo que hicieron algunas de las empresas no corresponde con el tamaño o el valor de las compañías.

No estoy de acuerdo. Creo que así como no hay espacio para la mezquindad frente al auxilio que brindaron y siguen brindado miles de mexicanos, tampoco deber haber para la ayuda que deciden dar las empresas.

Todo el apoyo que se otorga es muy valioso. Tiene tanto valor el apoyo de aquellos que formaron cadenas para retirar piedra por piedra, como lo tiene el apoyo del ingeniero o arquitecto que encabezó brigadas de ayuda o los Topos, que se internaron entre los escombros para rescatar cuerpos con vida y sin ella.

En el mismo sentido, tiene tanto valor la ayuda del comerciante que vende tamales y decide regalarlos a los rescatistas, como la de los bancos, las aseguradoras, las cadenas comerciales y operadoras de telecomunicaciones y radio y televisión que decidieron brindar en diferentes dimensiones, su apoyo y ayuda.

Walmart de México y Centroamérica (Walmex) entregó más de 300 toneladas de artículos de primera necesidad como sopas, leche, papel higiénico, agua, atún, café, artículos de rescate y curación, entre otros, a través de las fuerzas armadas, para los damnificados en los albergues.

Soriana anunció que donará 10 mil paquetes de alimentación. Grupo Modelo ofreció más de 400 camiones con choferes y tripulación para transportar donaciones, víveres y materiales. ADO ofreció transportar a rescatistas y paramédicos con boletos gratuitos viaje redondo; Olive Garden se convirtió por un día en comedor comunitario para rescatistas y voluntarios.

Las operadoras de telecomunicaciones y radiodifusión: AT&T, Telefónica, Telcel, Televisa y Tv Azteca ofrecieron distintos paquetes de ayuda.

Los bancos Banorte, Multiva, Santander y BBVA Bancomer, entre otros, y aseguradoras, también ofrecieron programas específicos.

Son solo algunos ejemplos de muchas empresas que se están solidarizando. Son compañías que en muchos casos responden a sus accionistas, pero frente a la tragedia, decidieron apoyar.

El rostro de la solidaridad empresarial tal vez no se ajuste al deseo de muchos pero, sin importar el tamaño del esfuerzo, sin duda es bienvenido.

Solidaridad a secas. Sin mezquindades.

marcomaresg@gmail.com
Twitter: @marco_mares

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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