Al desvelarse la lista de muchos de los beneficiarios del Servicio de Administración Tributaria (SAT) dada a conocer por la fundación Fundar y en la que saltó el nombre de Yeidckol Polevnsky (Citlalli Ibáñez Camacho, para sus amigos de infancia) el mundo se le vino encima.
Y es que la todavía líder de Morena, -quien busca la reelección en uno de los encargos de lujo del actual sexenio- fue cuestionada de forma muy dura por Mario Delgado, uno de sus tantos adversarios políticos que se ha endosado en su peregrinar al lado de Andrés Manuel López Obrador. Delgado preguntó si la Polevnsky tiene la suficiente moral para persistir al frente del partido político del presidente de México.
Por supuesto o le jugaron “chueco” o le cobraron facturas que ya debía la lideresa del Movimiento de Regeneración Nacional, para que esté entre las privilegiadas del SAT del pasado reciente con 16 millones de pesos, que ya quisieran muchos miles de mexicanos haber devengado a lo largo de más de 30 años de arduo trabajo.
Hasta su jefe máximo, AMLO, argumentó al respecto que Yeidckol era incongruente con lo que practica y se beneficia de la condonación de impuestos que solamente causa pérdidas y resentimientos entre los mexicanos que sí cumplen a carta cabal con el pago de tributaciones.
Después de la exhibición pública, la polémica dirigente ¿que podrá esgrimir?, si ha sido capaz de defenestrar a decenas de morenistas conversos del Revolucionario Institucional y que se aliaron a López Obrador para arrebatarle al tricolor la presidencia de México en las elecciones del 1 de junio del 2018.
¿O será tan caradura para persistir por encargo del mandatario de la nación en búsqueda de adjudicarse de nueva cuenta la apetitosa dirigencia de Morena?
Creo que sí. Porque si fue capaz de cambiarse el nombre por argumentos que sólo a ella convinieron, imagine usted, amable lector, si le importará que hablen de ella “tan solo” por ser beneficiada con 16 millones de pesos por el SAT. ¡Bah, cosas baladíes!
Observaremos en los próximos días de qué materia está hecha la propia Yeidckol o bien, si será capaz de dejarle el espinoso camino a la dirigencia de Morena a Mario Delgado, Bertha Luján o a Alejandro Rojas Díaz-Durán, que han tenido serios encontronazos con la protegida de López Obrador, a quién hasta el martes anterior parecía que el manto protector lo seguía por doquier.
Notas de Trascendencia.
En la semana que concluye, tuve el infortunio de perder a dos extraordinarios amigos a quien quise de manera entrañable a lo largo de varias décadas. Armando Ramos Orozco y Mario Trinidad Zaldívar. Ambos excelentes abogados e inmejorables personas. Dejan honda huella en la sociedad y en el mundo de la academia jurista, de la que fueron extraordinarios exponentes.
La comunidad de la UNAM está de luto con su pérdida, porque de ella emanaron con decoro y extraordinaria lucidez. Son de los amigos que da mucho sentimiento perder.
