Los nuevos libros de texto gratuitos han abierto no solo una polémica a escala nacional por sus contenidos, sino que además abrieron un nuevo frente de batalla entre el gobierno federal y quienes no están de acuerdo con su manera de gobernar.
Históricamente Jalisco ha sido un estado combativo respecto a la educación. Las posturas del gobierno federal y de buena parte de la sociedad local son muy distintas, y se ha hecho notar en décadas recientes. El lema Libertad de Educación sonó fuerte en Jalisco durante los años 80.
La Enciclopedia de la UdeG señala que el “7 de abril de 1984 tuvo lugar en las calles céntricas de Guadalajara la Gran Marcha Familiar, convocada por la Unión de Padres de Familia, durante la cual se exigió libertad de educación, el término del marxismo-leninismo en los planes de estudios, y se cuestionó al secretario de Educación Pública, Jesús Reyes Heroles”. La UdeG respondió con una contramarcha estudiantil para garantizar la educación popular impartida en las aulas de esa casa de estudios.
Una década antes el tema de la educación sexual contenido en los libros de texto gratuitos también generó polémica. En muchas escuelas católicas dichos libros fueron guardados bajo llave por las directivas, y se usaban en raras ocasiones siempre bajo una estricta supervisión de los profesores para evitar que se leyeran páginas consideradas no apropiadas para alumnos de secundaria.
Luego vivieron muchas décadas de una especie de tregua entre gobierno federal y autoridades federales. Sí hubo algunas desavenencias (siempre han existido), pero nada comparado con las que ahora resurgen por los libros de texto.
La polarización creada en este sexenio encontró en los nuevos libros de texto gratuitos una brecha para intentar hundir al actual grupo en el poder. Los errores existentes en su elaboración abonan, lo mismo que enfoques sobre la manera en la que deben trabajar los alumnos. Para nada contribuye que al frente del equipo de elaboración de los libros se encuentra un académico liberal, progresista y de izquierda, dicho esto sin demeritar su capacidad intelectual. Tampoco ayuda que se haya reservado por cinco años la información sobre la manera en la que se le elaboraron los libros.
Lo cierto es que en Jalisco se espera el resurgimiento de una postura muy fuerte contra los nuevos libros de texto gratuitos. Será cuestión de días.