Los cuatro candidatos a la gubernatura de Coahuila tuvieron sus inicios de campaña diferentes, uno de ellos mostró que trae todo bien planeado, otro más empezó boleando zapatos recordando su niñez, otro más recordando que es el único realmente de izquierda y finalmente está el que está dispuesto a entrarle a los dimes y diretes desde un principio.
Manolo Jiménez, abanderado de la alianza PRI, PAN y PRD, ha demostrado que viene con todo por la gubernatura, ya que desde que inició sus actividades ha demostrado que trae punch y que en los diferentes sitios en los que se ha presentado lo han acompañado un gran número de militantes de los tres partidos.
Armando Guadiana, de Morena, siente que visitando tianguis, mercados y hasta boleando zapatos, lo que le recuerda su infancia, es la forma en que puede conseguir más votos.
El candidato del PVEM y la UDC, continúa con su misma línea, de ser el único de los cuatro que realmente representa a la izquierda, pese a que el Verde Ecologista dice otra cosa.
Por su parte Ricardo Mejía, del Partido del Trabajo, trae como su bandera los ataques al actual gobierno estatal, además, habla mucho de las administraciones moreiristas, pero además, en su discurso maneja mucho de la Cuarta Transformación y utiliza palabras del mismo Andrés Manuel López Obrador, buscando que los militantes de Morena se sumen a su causa.
Lo triste del inicio de las campañas, es que los discursos en ocasiones son repetitivos, son los mismos de cada seis años y pareciera que para todos la bandera a utilizar es la de acabar con la inseguridad o seguir con la seguridad que actualmente se vive en Coahuila.
De los cuatro candidatos, hay uno que ya hasta presentó los ejes en los que habrá de trabajar durante su campaña, mientras que otro, le sigue apostando a las becas para los jóvenes estudiantes y al apoyo del gobierno federal encabezado por el Mandatario de la Nación.
Pero también está el que todo indica que realizará una campaña de ataques tanto al abanderado de la alianza PRI-PAN-PRD, como en contra del representante de Morena, mientras que el de la UDC se la lleva tranquila, ya que sabe que sus posibilidades de triunfo son muy pocas, pero no pierde la esperanza, ya que esa es la última que muere.
Walter.juarez@milenio.com
