Con el descenso de Clara Luz Flores, candidata de Morena, el que acabó subiendo fue el más cuestionado de los aspirantes a gobernador, Samuel García, de MC. Nuevo León se acerca a las elecciones en medio de una tolvanera que, de seguir así, dejará a los votantes con muy poca visibilidad.
El tropiezo de Flores y el ascenso de García tienen sus explicaciones; pero sí que llama la atención que quien dio el “empujoncito” a la candidata hacia el tobogán, el priista Adrián de la Garza, no sea quien hasta ahora lo haya capitalizado. El “empujoncito” es conocido: De la Garza presentó un video, enviado a su equipo de campaña por quién sabe quién, en el que aparece Clara Luz conversando con el líder de Nxivm ahora preso en Estados Unidos, Keith Raniere.
Clara Luz no dio explicaciones en su defensa y a esto se sumó el antimorenismo creciente en el estado. Sobre todo, se sumó su imposibilidad para tomar distancia, con una candidatura ciudadana y un equipo plural. Se entiende su retroceso.
Entonces empezó a subir Samuel García. ¿Por qué? Primero, porque es el más antilopezobradorista de los candidatos; es el único que se ha lanzado directamente contra el Presidente, envuelto en la bandera de la revisión del pacto fiscal y amenazando a la federación con el berrinche de una inviable salida definitiva.
Segundo, porque a los partidos tradicionales en Nuevo León no les resulta suficiente empujar a los otros al abismo para aumentar sus simpatías y sus votos. Hace tiempo que los perdieron. Hay que recordar que Nuevo León se despidió del PRI y del PAN hace seis años, el día que los votantes se la jugaron por un oscuro candidato independiente que llegaba con un discurso anti partidos. Y hace tres años, aun cuando el gobernador Bronco ya quedaba a deber, entre otras cosas porque se fue de campaña presidencial, los votantes prefirieron seguir castigando a un PAN y un PRI que se asociaban entre ellos más de lo debido. Entonces apoyaron a AMLO.
Ahora no está tan fácil que les regresen la confianza. El PAN se pasó 2020 peleando consigo mismo en busca de un candidato externo que no logró conseguir: acabó postulando un apartado militante, Fernando Larrazábal, que trae a los votantes recuerdos tenebrosos de los años más violentos. El PRI, por su parte, provocó en sus propias filas un éxodo hacia Morena, porque las oportunidades tricolores se quedaron para los cercanos a Rodrigo Medina, el más cuestionado de los gobernadores recientes.
La tolvanera arreció esta semana. Adrián de la Garza presentó su nuevo video donde aparece el pequeño Samuel, de unos 10 años, acompañado por sus padres, en una fiesta de su tío y ex líder del Cartel del Golfo, El June, ahora preso. De la Garza añadió una denuncia formal por lavado de dinero contra el candidato y su padre, ambos abogados fiscalistas.
No es una simple entrevista con Raniere. Veremos si la denuncia tiene eco en las instituciones federales. Tal vez entre todos encuentren por fin un punto de coincidencia y logren descarrilar al tantas veces impresentable candidato de MC.
Y entonces el PRI, lo que quede de él, podrá regresar a Nuevo León... A menos que Colosio siga en pie para tomar el relevo naranja en medio del polvo.
Luis Petersen Farah
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