Dura lex, sed lex.
La ley es dura, pero es ley, decía mi maestro de educación cívica, y podemos cambiarla, pero nunca infringirla, porque es la que sostiene el estado de derecho. Recientemente hubo una ley que dificulta hasta el máximo la inversión privada en la energía eléctrica y produce el monopolio de la CFE, lo que justifican históricamente, porque hace muchos años López Mateos dijo que la luz era de nuestro país.
Aunque esta ley es absurda, porque impide la inversión privada, la energía eólica y solar y dificultará el paso de México hacia la modernidad, tenemos como última carta de salvación a la Suprema Corte de Justicia, que se ha mantenido independiente a lo largo de los años y ahí están los jurisconsultos más expertos que siguen los postulados constitucionales y no toman en cuenta a la política del poder.
Espero que todos aprendamos que la ley puede cambiarse, pero jamás debe ser violada, en los casos penales, administrativos, electorales y políticos, pues sin estado de derecho viviríamos en anarquía.
Descartes: Pienso, luego existo… Nos guste o no nos guste la ley es dura, pero es la ley.
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