Poco a poco las sillas a lo largo de la mesa se fueron ocupando por quienes al cabo de unos minutos, formábamos ya un variopinto grupo de concurrentes, de diversas personalidades, edades, giros y “modus vivendi”, con lo que a mi parecer, y a diferencia de otras reuniones también ocasionales, hacía prometedora la tertulia en cuanto a lo interesante de las conversaciones que ahí pudieran surgir, dado que el único rasgo en común, era el de creer todos en el valor de la palabra escrita y el hacer uso mediático de ella.
Para cada cual con su estilo y desde su óptica, compartir su interpretación y reflexiones personales sobre las vicisitudes, vaivenes y circunstancias del mundo, el que de un modo u otro, a lectores y escritores nos ha tocado compartir.
Y en efecto, entre saludos y presentaciones de conocidos, desconocidos y reconocidos, como seguro sucede en muchos otros encuentros humanos en toda sociedad y geografía, pronto la conversación se deslizó hacia los más recientes sucesos políticos o simplemente cotidianos, con lo que cada quien podía abordar el tema para expresar y fijar sus ideas y posición al respecto.
También como siempre sucede, pronto la palabra hablada se deslizó, aunque de manera sutil, a la cita precisa de fechas, lugares y protagonistas de tal o cual acontecimiento, por supuesto no solo en forma enunciativa, sino acompañado el comentario con la interpretación de la importancia y alcances de lo narrado.
Entraba ya la plática podríamos decir, en el interminable y apasionante tema de lo histórico, tema en el que más allá de las interpretaciones personales, con frecuencia la verdad se esconde en los entretelones de los tiempos, las costumbres, las traducciones y las creencias.
Esto último, hace que en el campo de la Historia, las afirmaciones suelan fácilmente rebatirse, sobre todo cuando se toman fuentes carentes de rigor histórico.
Pero más allá de estas consideraciones y escuchando a mis compañeros de mesa, pensé, lo más valioso hoy de la Historia es estar vivo hablando de ella, en el 108 aniversario de la casa editorial que nos acoge a todos.
