Una historia indispensable para comprender cómo la guerra contra el narcotráfico orilló a la población a buscar justicia por propia mano y defender su territorio la encontramos en el documental:
El valiente ve la muerte solo una vez.
La película nos cuenta más allá del mito de quien fuera Alejo Garza, un empresario norteño que defendió su rancho en Tamaulipas de un grupo armado en noviembre del 2010.
A lo largo de 30 minutos, el periodista y director, Diego Enrique Osorno nos presenta una mezcla de material audiovisual casero, filmado por el propio Alejo, y entrevistas con familiares y amigos que nos deja ver a un hombre de familia que hizo comunidad con sus empleados.
El principal encanto del documental son esas grabaciones de antaño y por la manera en que fueron ordenadas, nos presentan una línea del tiempo de la bonanza y la crisis que vivió una región del país en cuanto a la siembra.
El contraste final es posible gracias a las filmaciones recientes que nos muestran cómo la violencia por la lucha entre los grupos del crimen organizaron propició el declive de esas zonas.
Algo particular de la película tiene que ver con su corta duración, sin embargo aunque
algunos lo critican, considero fue lo más adecuado por la contundencia en que nos presenta esta historia que podría tomarse en cuenta como el parteaguas de lo que años después
tomó la forma de las autodefensas.
Osorno tardó seis años para poder cristalizar esa producción e incluso escribió una serie de reportajes sobre Alejo Garza, que a principios de año fueron publicados por Grupo Milenio, y que vale mucho la pena revisar antes o después de ver el documental.
Como buen reportero, tanto en los reportajes como en el documental, supo desprenderse del protagonismo que a veces amenaza con invadir a los periodistas, y le dio su lugar a la humanidad del personaje, a tal grado de que Alejo es el que cuenta la mayor parte de su vida.
Osorno resaltó en algunas presentaciones que el documental le permitió echar abajo una idea que muchos, incluido él, tenía del personaje como alguien temerario y sin familia que al enfrentarse a un grupo armado mató a cuatro e hirió a dos.
Desde su punto de vista, Alejo Garza representa un personaje que pasó a la historia y que incluso en 100 años seguirá en la memoria social.
Tiene razón, pero también su documental sirve y servirá para hacerle honor por el rigor y sensibilidad con el que lo presenta.
En este encierro por la cuarentena lo podemos disfrutar de manera gratuita a través del portal: https://www.cinemaboreal.com/