El estudio de la historia es fundamental dentro de la educación del arquitecto. Esta serie de cursos comienza desde la arqueología y concluye en el presente, consiste en identificar los periodos de actividad constructiva desde el hábitat primitivo hasta las expresiones espaciales contemporáneas.
¿Por qué es tan importante esta formación? ¿Se puede prescindir de los conocimientos históricos para practicar el proyecto arquitectónico?
Aunque sí es posible proyectar y construir sin conciencia histórica, aquellas casas y edificios que resultan de una práctica irreflexiva difícilmente tendrán la densidad necesaria para entrar en un diálogo cultural con sus antecedentes y hacer una aportación significativa y crítica en el ámbito arquitectónico.
La construcción sin reflexión histórica, que es la que se hace en su mayoría en la actualidad sin la intervención de profesionales, no nos permite establecer una línea continua de ideas y discursos estéticos que la sitúe de manera sólida en su contexto, tanto en el lugar como en el tiempo en que se realiza. Es posible que dicha construcción resuelva satisfactoriamente su programa de necesidades, lo cual ya es bastante, pero no contará con las referencias y características necesarias para que suscite algún tipo de reflexión e interpretación que la integre a la cultura y civilización a la que pertenece.
En última instancia, el conocimiento de la historia es un factor decisivo para una práctica crítica que permita a la arquitectura evolucionar junto con la cultura.
Tangente
El teórico italiano Manfredo Tafuri escribió en 1970: “El lenguaje de la arquitectura se forma, se define y se supera en la historia junto con la idea misma de arquitectura. En este sentido, establecer una ‘gramática general’ de la arquitectura es una utopía”.