Escribo una carta de amor para ti amado mío a quien ahora recuerdo vagamente y casi como una sombra.
Te recuerdo siempre y con frecuencia te evoco…te traigo a mi presencia muy frecuentemente y te recuerdo siempre con enorme alegría y un tanto de nostalgia.
Te extraño, no lo puedo negar te extraño y mucho. Me duele el alma tan solo de pensar que te he perdido y que por alguna razón que desconozco la vida te arrancó de mí de un solo tajo. Y no te he vuelto a ver jamás.
Ahora no sé por que extraña razón, la vida me ha llevado a evocar tu recuerdo.
Y es que te pienso tanto amor mío, que de repente me pega la nostalgia y sin querer me brota ese agüita salada por los ojos.
Y el corazón me brinca, salta y se me rompe de a pedacitos…ay amor mío, mira nada más. Sin ti me he quedado tremendamente indefensa y muy desprotegida.
Y he tenido que trabajar hasta el cansancio y en más de una ocasión, la vida me ha asestado más de un golpe, una dentellada feroz, un grito de aquellos que con tanta amargura, me han herido a fondo y hacia dentro.
Dentellada mortal que me ha dejado muy maltrecha y mi dignidad a veces maltratada.
Ay amor mío, la vida ya sin ti no me ha sido fácil y es que en esta vida siempre nos falta un compañero.
Un hado que inspire la escritura de nuestras novelas…una razón que le dé sentido a nuestro oficio motivo para ser-- lugar en donde estar y una esperanza que ilumine nuestro andar.
Magia divina es el amor que hace que todo nuestro entorno se torne en esperanza, alianza de dos es el amor… y éramos uno solo cuando estábamos juntos, si uno solo, solamente uno y ya.
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