Negocios

Se acabó la espera

La Reserva Federal anunciará mañana el que puede ser el último aumento de tasa de interés, para llevarla a un nuevo nivel de 5.50 por ciento. Lo he comentado, está muy anunciado, muy platicado, y por ello el mercado lo da por hecho. No me encanta, porque seguimos viendo una trayectoria de baja inflación en Estados Unidos y en el mundo. Pienso que se puede hacer pausa y dejar la tasa alta por un periodo prolongado. El mayor riesgo de seguir subiéndola es provocar una recesión, que hasta ahora no se ha visto. Este movimiento, sin duda, será el anuncio más importante de la semana.

Continúa la temporada de reportes, que sigue mayormente positiva. El sector financiero sorprendió para bien, mientras que Tesla y Netflix decepcionaron sin haber reportado mal. El problema de ambas compañías es más hacia adelante: utilidades que disminuirán y el reto de seguir ganando suscriptores. Esta semana reportan muchas empresas en Estados Unidos y en México. Destacan Meta, Microsoft, Alphabet, Mastercard, Coca-Cola, Femsa, Asur y GAP, entre otras. La expectativa es que reporten mejores números a los estimados, pero no se esperan resultados espectaculares. 

Arrancamos esta semana con un reporte de inflación positivo en México. La cifra es menor a la esperada y el indicador anual se ubica en 4.79 por ciento, bajando del 4.93 por ciento previo. Esto deberá dar margen a que Banxico pueda desacoplarse de la Reserva Federal de EU y deje la tasa en 11.25 por ciento. Mantener las tasas altas bastará para reafirmar el tono restrictivo y la actitud frontal contra la inflación. 

En Europa se han publicado diversos indicadores económicos y la mayoría de ellos apuntan a una desaceleración, tanto en manufacturas como en servicios. Aun con la inflación a la baja y con la economía desacelerando, este jueves el Banco Central Europeo puede elevar la tasa de referencia 0.25 por ciento, para ubicarla en 4.25 por ciento. De nuevo, una acción complicada para pelear contra el aumento de precios, pero que complica la economía. 

En México seguimos viendo un peso fuerte. Creo que se mantendrá estable por un tiempo más, quizá unos dos o tres meses, pero conforme se acerque el final del año se puede depreciar un poco. Dependerá de la política monetaria y de la desaceleración económica, así como de los riesgos y de país, aunado a las elecciones en ambos países, que pueden ubicarlo más cercano o ligeramente arriba de 19 pesos por dólar.

Insisto: si no se necesita vender, no hay que vender. Hoy, lo mejor que se puede hacer es promediar y comprar más barato. Permítanme usar esta analogía: si hoy se tiene una moneda dura depreciada, ¿porqué venderla? Se tiene un activo, una casa, una propiedad, que atraviesa por un mal momento porque resulta que hay mucha oferta y que esto deprecia temporalmente el patrimonio. Si no urge vender, es mejor conservar esos bienes. Con los dólares sucede igual. Hay que entender la compra de esa moneda como una inversión y esperar a que el mercado la vuelva a ubicar en un nivel de equilibrio. No hay que esperar una devaluación o una catástrofe. Es solo cuestión de tiempo.

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Juan S. Musi Amione
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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