Para poder seguir con el entusiasmo en grande y sobre todo para ayudarle a la FIFA a que su mundial de clubes tenga aceptación, inventaron una ligera trampa y provocaron que la gran institución que es el América pueda estar presente dándole una oportunidad para acceder al magno evento.
Muchos están contentos, y hasta me puedo sumar al regocijo del americanismo porque es una organización que en todos lados y por cualquier motivo se hace presente y con eso basta para saber apreciar su importancia.
Acudir a un partido único en condición no necesariamente favorable hace más grande a esta institución. Sus dirigentes deben estar muy satisfechos con sus logros aunque no haya podido obtener el “tetra campeonato” que era su mejor sueño.
Pronto les llegó su compensación sin tener que quebrarnos la cabeza para comprender bajo qué caminos y condiciones pueden llegar a estar entre el muy selecto grupo de equipos. Haya sido como haya sido, la oportunidad se hizo presente haciendo a un lado al equipo verde, propiedad del patrón rival a quien mucho le ha dolido este golpe bajo.
El León no, Pachuca sí pero América también con la posibilidad de acceder a lo mismo. Entre propietarios se dieron con todo, se valía, y ahora esperar a lo que diga la cancha. Es el nuevo juego de pantalón corto contra el largo. Es la nueva recreación de los valores para poder pisotear al otro. Es el americanismo reinante que no pudo ser tetracampeón. Unas por otras.
Debe ser orgullo nacional el hecho de contemplar al América en la posibilidad de acceder por la puerta de atrás al magno evento. Lo importante es aparecer, después preguntaremos si estuvo bien concebida la forma de haber llegado.
Sabemos la importancia del americanismo por el lado que se le quiera ver. Con tener un ligero permiso para lograr la autorización para ingresar al evento, con eso basta. No es necesario hacer más preguntas porque el americanismo por sí solo responde a cualquier duda; y quien intente dudarlo que se atenga a sus consecuencias.
Le pese a quien le pese, el americanismo goza, vive y reina en cualquier parte.