Llegaron los fríos y el cuerpo lo sabe, digamos, para honrar el lugar común. Esos que andaban añorando en memes chafas, hace un par de meses, su pancito con café y su cobertor atigrado o, en su defecto de su equipo favorito, ahora están felices.
La chinga es para los asalariados, que nos vemos obligados a salir a la calle en pos del chivo, o sustento.
Vivo en una ciudad pequeña y casi todos los trayectos pueden hacerse a pie, como soy alérgico al reggaetón y a la música grupera, cada vez que se me presenta la oportunidad de viajar en una combi de transporte público, la desaprovecho.
En las ciudades como esta en la que habito, no es infrecuente encontrarse con otros peatones y, de vez en cuando, se topa uno también con algún orate, pero a esos no hay que hacerles mucho caso.
Después de más de un año de ejercer el oficio de andariego, mi salud ha mejorado en forma notable, tengo mejor condición, he perdido algunos kilos y, lo mejor de todo, conozco mejor el entorno en el que vivo.
Me pregunto: ¿qué pasaría si aquellos que toman las decisiones, se bajaran de sus autos y caminaran un poco?
¿Qué pasaría si los intelectuales salieran de sus cubículos universitarios y anduvieran algunas cuadras más allá del instituto? Seguro tendrían una visión distinta de un país que dicen conocer, pero que estudian y gobiernan como si les fuera ajeno.
La expresión misma “ciudadano de a pie” pareciera nombrar sólo al peatón, al que se transporta caminando, porque no tiene un medio de transporte propio.
Pero ser alguien de a pie va más allá. ¿En qué momento el adjetivo pedestre se volvió despectivo? ¿En qué momento la minoría que dejó de caminar comenzó a despreciar a aquellos que se trasladaban usando sus dos pies?
Es otro país el que habitamos los pedestres, es otra realidad que se encuentra lejos, muy lejos de los que deciden y analizan, abrazando el desconcierto ante aquello que no se ajusta a sus teorías y concepciones, alejadas de la gente que camina, en un país que se ha hecho así: caminando.
Juan Casas ÁvilaTwitter: @contraperiplos