Cultura

Ciudadano, no te espantes, pues todavía estamos abocados al nepantlismo cultural

¿Cómo abandonar lo antiguo y no asimilar lo nuevo? Le preguntó fray Diego Durán a un sabio nativo, quien apegado a sus antiguas ideas hacía eco de lo que los tlamatinime les habían inculcado: “Porque así nos lo dijeron los ancianos, nuestros padres, nuestros abuelos”.

Para fortuna nuestra, nos platica Miguel León- Portilla, el fraile conservó la respuesta de aquel sabio nativo:

“Reprendiendo yo a un indio de ciertas cosas y en particular de que había andado arrastrado, recogiendo dineros con malas noches y peores días, y al cabo de haber allegado tanto dinero y con tanto trabajo, hace una boda y convida a todo el pueblo y gástalo, y así riñiéndole el mal que había hecho me respondió:

Padre, no te espantes pues todavía estamos en nepantla. Y como entendiese lo que quería decir por aquel vocablo y metáfora que, quiere decir estar en medio, torné a insistir nos dijese qué medio era aquel en que estaban. Me dijo que, como no están aún bien arraigados en la fe, que no me espantase de manera que aún estaban neutros, que ni bien acudían a la una ley ni a la otra, o por mejor decir que creían en Dios y que juntamente acudían a sus costumbres antiguas y ritos del demonio. Y esto quiso decir aquel en su abominable excusa de que aún permanecían en medio y estaban neutros”.

Pues bien, resulta harto contemporánea la reflexión vertida ya que algunos de los actuales ciudadanos del rumbo consideran una “imposición incomprensible” que los llevará a perder su estatus de “creencias y ritos antiguos sin que pudieran sustituirse por una sincera aceptación de las doctrinas” vigentes, al Gobierno federal y a la Nueva normalidad que nos toca vivir.

Es decir, acuden a “una especie de teoría del nepantlismo cultural –quedarse en medio, ofuscado lo antiguo y no asimilado lo nuevo–”, y que dan paso “de tornar en chichimicle”, o sea en tzitzimime. Clara alusión a lo que ocurriría cuando, en la fiesta del fuego nuevo,

…si no se pudiese sacar lumbre, que habría fin el linaje humano, y que aquella noche y aquellas tinieblas serían perpetuas… y que de arriba vendrían y descenderían los tzitzimime, que eran unas figuras feísimas y terribles y que comerían a los hombres y mujeres”, relata Sahagún.

Si en general los frailes venían disfrazados de chichimicle, devoradores de todo lo que es bueno, al parecer los hacedores del nuevo rumbo político son los trágicos enfermos o locos: “Dejadlos vocear a los miserables; tomándoles a sumal de locura”, afirman los que temen al presidente AMLO.

La aciclicidad inquisitorial vive.

___________________

* EDITOR FUNDADOR DE GRUPO OCHOCIENTOS Y ACTUAL DIRECTOR DEL CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ESTUDIOS LITERARIOS DE LEÓN (CIEL-LEÓN).

NOTA BENE

Para la construcción de este texto me apoyé en Miguel León-Portilla,Testimonios nahuas sobre la conquista espiritual, revista Estudios de Cultura Náhuatl No. 11, INAH-UNAM, Vol. 11, Año 1974, pp. 11-36

Google news logo
Síguenos en
Juan Carlos Porras
  • Juan Carlos Porras
  • Editor fundador de Grupo Ochocientos y actual director del Centro de Investigación y Estudios Literarios de León (CIEL-LEÓN).
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.