Desde septiembre de 2006, cuando en el Zócalo de la Ciudad de México el entonces candidato presidencial del PRD tronó contra el IFE, manifestando que se fueran al diablo con las instituciones, Andrés Manuel López Obrador ha recelado del arbitraje electoral.
Recelo que ha llevado a Palacio Nacional, sin considerar que gracias al INE, la elección presidencial de 2018 no fue cuestionada, dando paso a la tercera alternancia en 18 años del Siglo 21, como lo destaca Ciro Murayama Rendón en su libro, La Democracia a prueba (p.14).
Considerando que la dinámica de los gobiernos populistas, coloca en su vórtice las palabras y las acciones del líder carismático, que habla y actúa a nombre del pueblo defendiendo el proceso transformador que encabeza, será inevitable que sucedan nuevos desencuentros entre el INE y López Obrador, durante las campañas de 2021.
Un Instituto Nacional Electoral que lejos de amilanarse, ha respondido a la crítica presidencial puntualmente.
Durante su participación en el VIII Congreso Internacional de Ciencia Política, el 09/12/2020, Lorenzo Córdova Vianello sostuvo que el populismos nace y se alimenta del conflicto, y que la voluntad general no es la voluntad que el líder interpreta, en clara alusión al momento populista que vive México.
Advierto que la posibilidad del conflicto estará latente, tomando en cuenta los antecedentes de diciembre de 2020, cuando la Comisión de Quejas del INE tuvo que sacar la tarjeta amarilla al Presidente López Obrador, por intervenir abiertamente en el proceso electoral en curso.
El 04/12/2020, la Comisión dictó medidas cautelares, para que el Presidente se abstuviera de descalificar la posible coalición entre el PAN y el PRI.
La Comisión del INE cerró el año con otra medida cautelar al Presidente, por descalificar a la Coalición PAN-PRI-PRD (30/12/2020).
No será fácil que el Presidente López Obrador, haga mutis y acate las reglas de la competencia democrática por el poder (es como pedirle peras al olmo en el huerto del populismo), pero el INE tendrá que mantenerlo a raya, para salvaguardar los principios constitucionales de imparcialidad y equidad en las campañas de 2021.
