A propósito, arranco el año con extrema lentitud… casi en silencio y alejado del frenesí habitual. Me asomo al 2K20 con más extrañeza que en ocasiones anteriores y manteniendo distancia con las redes, antes que tener que acelerar. Pero pronto Alejandro Mancilla me pone en la ruta; así ocurre entre amigos, periodistas y melómanos. Recomienda “Guilleble Fool” de La Roux, un sencillo de adelanto del Lp que sacará en febrero. Cuenta que la ha escuchado más de 14 veces y entonces pruebo. Es buena, pero no me atrapa lo suficiente. El problema es que ya me puso a buscar, además de hacerme consciente de las que cosas que me animan en este recomienzo anual.
Intento con varias canciones (entre ellas, la excelente “Némesis” de Dolphant), pero el pop electrónico tiene a sus bienamados y Víctor Algora es uno de ellos, por más que no haya saltado al mainstream (por mí mejor). Casi con un toque profético, el tema que ha soltado el español se llama “Drogas nuevas” y en la que el músico está ávido por probar otros estimulantes (más bien carnales); la canción tiene una estrofa final que dice: “Hay un monstruo bajo mi cama/ Que siempre espera que me duerma/ Para poner en mi boca una rosa de tela/ Y así, pincharte si te beso por la mañana”. ¡Vaya! Cierto romanticismo para atreverme apenas con el año. En eso comienzo el nuevo libro de Mariana Enriquez que se ha editado en México. Alguien camina sobre tu tumba es un compilado de las crónicas de la argentina a través de varios cementerios. Se conoce de sobra el poder de su prosa. En el primer texto (La muerte y la doncella) descubro que las portadas más icónicas de Joy División (Closer y “Love will tear us apart”) fueron tomadas de tumbas del cementerio Staglieno de Génova en Italia. ¿Quién lo diría? Melancolía y romanticismo para empezar el año; ya será después que se ponga rudo.
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