Casi como una constante en el rock mexicano aparece el tema del desarrollo lento de los artistas; se critica que muchas propuestas tardan en progresar o se sumergen en un marasmo provocado por el conformismo y la mediocridad; todo lo contrario con esta banda chilanga.
El pasado viernes se transmitió la sesión Live at home preparada para la estación norteamericana de radio KEXP, localizada en Seattle, Washington, pero con gran influencia internacional. Las condiciones del covid-19 los llevaron a grabar desde los estudios de otra estación de radio, la capitalina Aire Libre, y sostener una conversación a la distancia con la locutora Albina Cabrera, que ahora estaba en Buenos Aires, tras de residir una temporada en el norte de Estados Unidos.
En el programa de casi una hora de duración -disponible en Youtube- podemos atestiguar como es que la banda ha llevado al siguiente nivel una propuesta que en los textos de Israel Ramírez ya tenía una gran fortaleza; nutrida con resabios de los beatniks, literatura de la onda, Jaime López y la vida de barrio, pero ahora se abocaron en potenciar la parte psicodélica que inunda Soy Piedra, su álbum más reciente.
Se debe de destacar en el resultado la aportación de la base rítmica; la mancuerna de Cristóbal Martínez en la batería e Israel Pompa-Alcalá en el bajo lució más solvente y técnica que nunca, como se evidencia en su más reciente sencillo “Laser funk”, que busca provocar el trance sin dejar de lado a la cultura popular.
Se presentaron como todo un dream team de ocho miembros para sazonar sus canciones con trompeta, efectos ruidistas y percusiones, más guitarra, sinte y armónica. Nada de complacencia, ellos tienen ambición, garra y talento.
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