En plena semana de Champions y semifinales de Copa Libertadores con Boca y River como protagonistas, la MLS y su singular calendario a contracorriente logró colar en la oferta mundial del futbol a su nueva gran atracción: el clásico entre LA Galaxy y LAFC levanta una razonable expectación.
No se trata de medir fuerzas con Europa y Sudamérica, ni de comparar equipos, niveles de juego y jugadores, porque la afición estadunidense y aquella afición internacional que ha logrado captar esta creciente Liga, parecen satisfechas, por ahora, con el espectáculo que les ofrecen. A lo largo de la campaña, el soccer fue capaz de construir un poderoso relato alrededor de dos figuras estelares: Carlos Vela y Zlatan Ibrahimovic, garantizan una serie semifinal de alto impacto.
Acostumbrados a vender y promover todos sus deportes, el mercado de los Estados Unidos encontró una oportunidad en el futbolista sueco y en el mexicano que permitió al público disfrutar sus cualidades en libertad. Sin la presión de las grandes competiciones, lo dos atacantes entendieron que la MLS necesitaba expresar el futbol de una forma diferente: muchos goles, cada uno más bonito que el anterior.
Lejos de preocupaciones, hemos visto la mejor versión que ambos futbolistas podían demostrar en esta etapa de su carrera. La sensacional rivalidad que suma 64 anotaciones en conjunto, consiguió que la ciudad de Los Ángeles adoptara de inmediato un naciente clásico que promete convertirse en tradición.
Desde su fundación, ha desfilado por la MLS una importante lista de estrellas mundiales: David Beckham, Thierry Henry, Robbie Keane, Andrea Pirlo, David Villa, Steven Gerrard, Rafael Márquez, Kaká, Didier Drogba, Bastian Schweinsteiger, Frank Lampard o Wayne Rooney, pero ninguno de ellos, a pesar del talento deportivo que representaban, consiguió levantar a la gente de su butaca como Vela y Zlatan.
Su firme paso por las franquicias angelinas y la forma en que han interpretado el nuevo show del soccer, les convierten en dos auténticos históricos de la competición.
Las semifinales de la MLS encabezadas por el sueco y el mexicano, representan la cúspide momentánea de la MLS. No roban audiencia, pero el zapping está garantizado.
