Cotizado en la Bolsa de Valores Euronext, con sede en Ámsterdam y representación en Reino Unido, Bélgica, Francia, Portugal e Irlanda; las acciones del Ajax han producido un fenómeno emocional en este índice económico caracterizado por la estabilidad de sus empresas. En un año, el precio de los títulos del Ajax se revalorizó como ningún otro equipo. El 1 de mayo de 2018 su acción cotizaba en 11.70 euros; hoy amanece en 19.60 euros tras su victoria en el moderno estadio del Tottenham. Se trata del precio más alto en los últimos cinco años. Con estas cifras, el valor histórico de su capital en bolsa roza los 350 millones de euros. Los incrementos en las últimas semanas condicionados a su espectacular cierre de campaña: líder en la Eredivisie, cuartofinalista de Champions League eliminando al Real Madrid, semifinalista eliminando a la Juventus de Turín y potencial finalista europeo venciendo al Tottenham 0-1 en la ida; representan una capitalización mayor que la percibida por avanzar en el máximo torneo de clubes. El alboroto financiero de los equipos de futbol que colocan capital en los mercados es común, de la misma forma que el Ajax subió, la Juventus cayó 22% en la Bolsa de Milán. Esta caída de la acción de la Juve le devuelven a los niveles que tenía antes del traspaso de Cristiano. El riesgo de estos capitales vinculados a emociones en un mercado en apariencia racional, no compromete la economía de estos clubes por la cantidad de títulos que colocan en ellos, pero provocan una tremenda ola de confianza o incertidumbre sobre su futuro. En el caso de la Juve aburrido y artificial, en el caso del Ajax brillante y juvenil: no solo por sus resultados deportivos, sino por su conocida estrategia de desarrollo. Si el Ajax fuese una compañía de cualquier otro sector, sería analizada desde un punto de vista tecnológico, innovador y revolucionario. Los inversionistas no están analizando el futbol, sino las distintas capacidades para producirlo. El nuevo Ajax es una especie de startup fundada por pioneros y especialistas en el juego más popular del mundo. La respuesta de los mercados es otra forma de medir su éxito, pero sobre todo, de valorar sus métodos de trabajo.
