Candil en su casa, oscuridad en la calle. En ninguna Liga coinciden tantos factores deportivos, culturales y económicos como en la inglesa, podemos considerarla el núcleo del futbol mundial: ¿hay algo que le falte a la Premier? Sí; una gran cantera. No se puede tener todo y los ingleses, que tienen el mejor campeonato de futbol, no tienen los mejores jugadores juveniles: en estas categorías España, Francia, Países Bajos, Alemania y Portugal son líderes europeos. Otro elemento que influye en la pérdida de originalidad de su futbol es la escasa baraja de entrenadores nacionales: Eddie Howe del Newcastle, Sean Dyche del Everton, Gary O’Neil del Wolverhampton y Chris Wilder del Sheffield son los únicos ingleses que dirigen en la Premier. Así que Inglaterra, una de las selecciones con mayor identidad, historia y tradición, carece de dos factores fundamentales para triunfar: más jugadores ingleses y mejores entrenadores ingleses. Como dice el dicho, pero al revés: candil de su casa, oscuridad en la calle.
Más vale aquí corrió, que aquí murió. El medio especializado, que suele ir al extremo, recrimina a Costa Rica un empate en Copa América frente a Brasil. Olvidan que uniformada como la Juventus durante un partido jugado en Turín, la selección costarricense que dirigía Bora Milutinovic en Italia 90 perdió 1-0 con la brasileña. La derrota, festejada como una victoria tica, encumbró a Luis Gabelo Conejo, su portero, como una de las figuras más singulares del campeonato junto a Cayasso, Marchena, Jara y el joven Medford. Aquella noche en el Stadio delle Alpi, Costa Rica no hizo un solo tiro a gol, no provocó ningún tiro de esquina y no remató al marco en todo el partido, pero corrió como si no hubiera mañana. Una selección que jugaba el primer Mundial de su historia, hizo una heroica defensa de su debilidad frente al entonces tricampeón mundial. Evitar una goleada permitió a Costa Rica administrar su triunfo inicial contra Escocia 1-0, y llegar motivada para vencer 2-1 a la Suecia de Brolin, Ljung y Thomas Ravelli. Esa noche en Génova calificó como segunda del Grupo C; a partir de ahí, su futbol creció. Como dice el dicho: mas vale aquí corrió que aquí murió.