Cultura

Porqué deberíamos ir a la ópera

  • A morir a los desiertos
  • Porqué deberíamos ir a la ópera
  • José Manuel Vázquez Navarro

Imagine el espectáculo más grande del mundo. 

Donde el teatro, el canto, la música, la escenografía y la iluminación se conjuguen para construir un drama como para rasgarse las venas con un pan francés o una comedia como para destornillarse de risa.

Normalmente, se tiene a la ópera como un espectáculo anacrónico, elitista y aburrido al que sólo va gente para hacerse notar como culta aunque se quede dormida en el espectáculo. 

¡Para nada! La ópera es un género musical vivo cuyo origen se remonta a la Italia de 1600.

La palabra ópera es una voz italiana que viene del latín “opus- operis” que significa obra, trabajo. 

En una ópera, característicamente hay una introducción u obertura. Si su edad generacional se lo permite, identificará la música del “llanero solitario”; es la obertura de la ópera “Guillermo Tell, escrita por el italiano Rossini. 

La pieza con la que se baila el “can-can”, es la obertura de “Orfeo en los infiernos” de Jaques Offenbach.

De igual forma, hay “canciones” en la que aparecen un solista, duetos, tríos o cuartetos, se les denomina “aria”. 

Hay arias que se vuelven muy populares, por su belleza melódica. 

Quizá “la donna e mobile” de la ópera Rigoletto de Giuseppe Verdi, sea uno de los mejores ejemplos de popularidad que, por cierto, se vivió popular desde su estreno en 1850.

Presentar una ópera no es fácil, se requiere inicialmente de un teatro con una fosa que resguarde a la orquesta a fin de permitir espacio a los cantantes y escenografía. 

Requiere de la coordinación de voces privilegiadas que hagan el trabajo de solistas y coros que les acompañen, excelentes músicos en una orquesta que acompañen a los cantantes, un director escénico con un equipo de trabajo que pueda resolver las “escenas” de los “actos” o partes de la historia que se presenta.

Recientemente, la Camerata de Coahuila presentó en el teatro Nazas dos funciones de “La Flauta Mágica” de Mozart, con algunos solistas de otras partes del país, pero con mucho talento local. 

Fue un gran gusto ver la gran entrada para un gran espectáculo con una gran orquesta.

Hay mucho que aprender en el mundo de la ópera, mucho qué disfrutar… dese la oportunidad, se está perdiendo de algo increíble; pero tenga cuidado, la ópera es tan apasionante que le será difícil salir de ella. 


manuelvazna@hotmail.com

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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