La Colonia Seattle, en Zapopan, es uno de los entornos más privilegiados de Guadalajara. Para sus vecinos y para la ciudad en su conjunto. Ya que, por ser colonia abierta, puede visitarse libremente, tendencia decreciente en la ciudad. Fue fundada a principios del siglo XX por estadounidenses. De allí su nombre, la nomenclatura de sus avenidas con letras, sus calles con números, y, sobre todo, su urbanismo generoso.
Remanso verde de árboles grandes y añosos, destacan sus características palmas washingtonias, monumentos vivos, visibles a la distancia. Colonia de amplias calles empedradas que son verdaderos “parques lineales” para los paseantes, concepto urbanístico muy en boga en la actualidad. En su mayoría con poco tráfico, pero con riesgo de incrementos futuros. Centro de las colonias vecinas, Maestros, Tepeyac, Capullo y otras.
Ejemplo, para todos los barrios y colonias de la ciudad, de una acción vecinal continua y exitosa en la defensa de su legítimo derecho a un medio ambiente urbano sano. Ha dado muchas batallas, las ha ganado; destaca la valentía personal de algunas de sus vecinas. Se dirá que es estricta en ciertos permisos de suelo, pero en ocasiones, dado el contexto metropolitano, no puede haber medias tintas. Así se ha librado de torres depredadoras y otros esperpentos. Ha perdido mucho de su patrimonio, casi todas sus casonas “americanas” originales desaparecidas, lo que es triste. Habrá que atesorar lo que reste, como la casa morisca en la Avenida D.
Es imperativo cuidar y mejorar en la colonia lo que se deba. Preservar el arbolado y reforestar siempre. Quizá algunos vecinos se sienten inseguros, de allí que en sus banquetas no los haya, lo que suplen las casas vecinas, pero, imaginémosela toda sin árboles: el desastre. Sus empedrados deben defenderse a toda costa, no es el tráfico vecinal el que los perjudica.
la Colonia Seattle tiene el potencial para acrecentar su carácter, valores y atractivo, albergando a nuevos vecinos que la aprecien y la defiendan, manteniéndose muy viva y dinámica en el futuro. Es muy importante tener un plan adecuado y hacerlo correctamente, para que continúe siendo el vital espacio natural urbano que hoy tenemos.
José Javier Gómez Álvarez
