Política

El (no) regreso de López Obrador

Polarizados como estamos, el video que el ex presidente Andrés Manuel López Obrador difundió este domingo ha merecido toda suerte de interpretaciones, muchas de ellas opuestas entre sí. Extractos donde algunos ven pruebas irrefutables de su presunto intervencionismo y un persistente manejo del poder desde su rancho, otros observan justamente lo contrario, una muestra de que el ex presidente está retirado y apoya de manera absoluta la gestión y las decisiones que toma Claudia Sheinbaum. Unos consideran que se trata de un mensaje que revela la debilidad de la Presidenta; otros, en cambio, consideran que da cuenta de un deslinde respetuoso que hace evidente que es ella quien lleva el control del movimiento político que hoy gobierna.

En ambos casos, me parece, corremos el riesgo de sobredimensionar o sobre politizar el contenido de este video. En primera instancia, se trata de una presentación de libro. Es cierto que no podemos ser ingenuos, tratándose de López Obrador, una vida dedicada a la política. Su libro no es ajeno a ello. Pero tendría que inscribirse en un esfuerzo ideológico mucho más amplio, que tiene que ver con el bosque y no con los árboles. Con la historia política y no con la grilla de cada día.

Escribir textos y publicarlos puede ser que obedezca a una pulsión personal, algo que se hace al margen de saber dónde terminará ese esfuerzo, pero en última instancia, los autores, que dedicamos miles de horas a enlazar una palabra tras otra hasta llenar cientos de páginas, lo que buscamos es alcanzar el mayor número de lectores posibles. Anunciar que se ha terminado una obra, darla a conocer y compartir el contenido de eso que se tejió a lo largo de tantas jornadas es una consecuencia, pero para el autor es también una culminación que entraña una intensa carga emotiva. Presentar a los otros lo que durante un año se hizo en soledad y esperar que sus contenidos provoquen algo entre muchos lectores es lo que le da sentido a tantas horas invertidas.

Es a eso a lo que le dedica la mayor parte de los 50 minutos que dura su video. Y no podía ser de otra forma porque López Obrador entiende que será la única oportunidad que tenga para promoverlo. Afirmó que no habría más presentaciones personales ni recorridos por el país para difundirlo, porque eso provocaría un ruido político indeseado. Razón de más para aprovechar el video y dar a conocer de qué va su libro y por qué escribirlo.

Regresaremos al contenido de la obra, pero antes habría que dar cuenta de una segunda pulsión, sensible y personal, que se advierte en el video. Estoy retirado, insiste una y otra vez, y confiesa que no ha sido fácil después de 50 años de acción política, durante los cuales fue parte esencial el contacto directo con la gente, prácticamente todos los días. Ponerse de nuevo frente a cámaras y micrófonos y “comunicarse” con su auditorio, su pueblo en palabras de él mismo tuvo también una alta carga emocional y se notaba tras un año de silencio auto impuesto. Un poco a la manera en que una leyenda experimenta sensaciones al volver a pisar la cancha que fue escenario de sus glorias deportivas. El deseo de mostrar su entorno, la sobriedad de sus horarios y la relativa austeridad de su retiro tropical, es una forma de reiterar su mensaje de siempre: “esto es lo que soy y nunca he pretendido otra cosa”. Pero también una suerte de autoafirmación que muchos jubilados se sienten obligados a decirse a sí mismos y a los demás: llevo la vida que asumí por decisión propia y a mi manera puedo seguir siendo útil, ahora desde la reflexión, no desde la acción directa.

Y, en efecto, López Obrador intenta ser útil a su movimiento ahora como pensador, al ofrecer un texto que robustece las raíces históricas del México profundo y rescata la importancia de la herencia de los pueblos originarios. Ricardo Raphael citó a Zygmunt Bauman este lunes en MILENIO para cuestionar el riesgo de una lectura en “retrotopía”; es decir, la creación de una utopía no a partir del futuro, sino de la manipulación de los hechos del pasado. Para que el mundo prehispánico sea el antecedente del humanismo mexicano, afirma Raphael, López Obrador nos intenta convencer de que se trataba de una sociedad que “no podía ser caníbal, tampoco sanguinaria. En cambio, era generosa, comunal, fraterna y, sobre todo, moralmente superior a los europeos que compartieron época”.

Claudia Sheinbaum anticipó este lunes que se tratará seguramente de un libro polémico, pero que habría que leerlo. Señaló que, a reserva de ver la investigación, es un hecho que el mundo colonial construyó una versión satanizada de las sociedades prehispánicas, para legitimar su explotación y desconocer sus derechos.

Si ahora hay el riesgo de que se construya una “retropía”, una glorificación del pasado, de lo que no hay duda es que los conquistadores y la Corona construyeron una “redistopía” que se ha impuesto hasta nuestros días: la descalificación y reprobación de nuestros orígenes para convencernos de las bondades del mundo europeo que se impuso. Excesos los hay, sin duda y por ende también rectificaciones. Habrá que ver si la argumentación de López Obrador es históricamente sólida o es mayormente ideológica. Lo habría abaratado si a la maniquea versión de los vencedores opone otra maniquea y romantizada versión de los vencidos.

La mención a las tres razones por las cuales sí podría regresar a la vida pública mencionadas en el video, en cambio, me pareció desacertada por el “sospechisísmo” que eso genera, aunque explicable en el contexto emocional en que lo hacía. En realidad, fue una manera de confirmar su retiro político, auto definiéndose como una especie de garante de la patria, un recurso en extremo del tipo “úsese en caso de emergencia”. Muy a tono con la imagen que tiene de sí mismo y del lugar que ocupa en la historia nacional, como la tienen millones de mexicanos. Por lo mismo, resulta congruente con su deseo de permanecer ajeno a trajines y menudencias en las que transcurren los desvelos de los actores políticos y mediáticos que dejó atrás.

Lo que me queda claro a lo largo de todo ese video, es que el lugar mental y emocional en el que se encuentra López Obrador está muy lejos del día a día de la comidilla política y los melodramas mediáticos que genera el escándalo de cada semana. Asume que la continuación de lo que hizo lo está afinando Claudia Sheinbaum y cualquier intervención de su parte no haría sino debilitarla. Durante un año ha estado mucho más ocupado estudiando las perversidades de Hernán Cortés que las de Alito Moreno o Claudio X; y más preocupado por cuidar la reputación del reino azteca que la de Gertz Manero o Adán Augusto López, como piensa la oposición. Habrá que comprobarlo con una inmersión al libro Grandeza, antes de seguir platicando.


Alfredo San Juan
Alfredo San Juan


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Jorge Zepeda Patterson
  • Jorge Zepeda Patterson
  • Escritor y Periodista, Columnista en Milenio Diario todos los martes y jueves con "Pensándolo bien" / Autor de Amos de Mexico, Los Corruptores, Milena, Muerte Contrarreloj
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