La punta de iceberg fue la reunión del martes, en la que más de setenta artistas se manifestaron abiertamente contra las políticas de la Secretaría de Cultura de Jalisco. Se habían tardado.
A más un año de labores, la Secretaría no ha dado a conocer su programa. Los “ejes” que dio a conocer no se han cumplido: Ni se han creado nuevos públicos, ni se ha acudido a los grupos marginados, ni hay programas culturales en Puerto Vallarta y en el norte indígena de Jalisco. Tampoco hay una política para el uso de espacios. Más aún:
* El ambiente de trabajo en la Secretaría es tenso y desordenado. Los intentos de “transversalidad” no han fructificado. Las empleados están hacinados, El trato de algunos funcionarios es déspota. Pocos entienden a la secretaria Giovana Jaspersen. Por eso no es extraño que, de uno en uno, una decena de funcionarios renunció en los últimos meses. Incluso su secretario particular, Óscar Zúñiga, salió por la puerta trasera, cansado de disputas.
* Una queja reiterada es que la titular se ha encerrado en una torre de cristal. No recibe casi a nadie. Llegó a Jalisco sin conocer a la comunidad cultural ni la historia local, y se respalda en sólo dos o tres incondicionales también foráneos.
* La literatura ha sido uno de los sectores más afectados. Jalisco, el estado de los escritores, por vez primera en más de medio siglo no tiene programa de publicaciones. Se acabó también con los Miércoles Literarios que creó Elías Nandino en los años 70; las pocas actividades literarias programadas suelen realizarse sin difusión y casi sin público.
* Los recintos culturales están casi vacíos. El Ex Convento del Carmen que fue durante decenios un centro de cultura vivo, con exposiciones, música, literatura, teatro, cine y constante actividad, es ahora un elefante blanco que recibió apenas dos exposiciones en un año. La Casa de la Cultura (la primera del país) es otro ejemplo de semi abandono.
* La gente de teatro y la de danza también se queja por la falta de espacios y de comunicación.
* Lástima. Cultura entregará estos recintos y demás galerías y museos de Jalisco a un Organismo Público Descentralizado (OPD). Lo dirigirá una persona que Jaspersen trajo de Veracruz: Luis Josué Martínez, actual director de Planeación, Vinculación y Desarrollo Sectorial de la Secretaría, quien tampoco conoce a la comunidad cultural ni la historia de Jalisco.
* En cuanto al CECA, Jaspersen creó uno a su gusto. Unos cuantos creadores reconocidos y muchos jóvenes sin experiencia ni la preparación necesaria para ser consejeros. Creó un CECA desequilibrado para evitar cuestionamientos como los que hizo abiertamente Efraín Franco, el anterior presidente del organismo. Y es apenas el segundo año de gestión.
Ojalá que Cultura rectifique su dirección y atienda los reclamos de la comunidad.