Le pregunté a un amigo que ha cruzado los 60 años y se dirige a los 80: ¿Qué tipo de cambio está sintiendo en él? Me envió estas líneas que me gustaría compartirle:
-Después de amar a mis padres, mis hermanos, mi cónyuge, mis hijos y mis amigos, ahora he comenzado a amarme a mí mismo.
-Me acabo de dar cuenta de que no soy Atlas. El mundo no descansa sobre mis hombros.
-Dejé de regatear con los vendedores. Después de todo, unos pocos centavos más no van a hacer un agujero en mi bolsillo y sí podrían ayudarlos a ahorrar para las colegiaturas de sus hijos.
-Pago al taxista sin esperar el cambio. El dinero extra podría traer una sonrisa en su rostro; él está trabajando más duro que yo.
-Dejé de decirle a los ancianos que ya han narrado esa historia muchas veces. Después de todo, la historia los hace caminar por el camino de la memoria y revivir el pasado.
-He aprendido a no corregir a nadie, aún cuando sé que están equivocados. La responsabilidad de hacer que todos sean perfectos no está en mí. La paz es más preciosa que la perfección.
-Elogio libremente y generosamente. Después de todo, mejora el estado de ánimo no solo para el receptor, sino también para mí.
-He aprendido a no molestarme por un pliegue o una mancha en mi camisa. La personalidad habla más que las apariencias.
-Me alejo de las personas que no me valoran. Después de todo, puede que no sepan mi valía, pero yo sí.
-Estoy aprendiendo a no sentir vergüenza por mis emociones. Pues, son mis emociones las que me hacen humano.
-He aprendido que es mejor rendir o suspender el ego que romper una relación. Después de todo, mi ego me mantendrá distante, mientras que con las relaciones nunca estaré solo.
-He aprendido a vivir cada día como si fuera el último. Después de todo... podría ser el último.
-Estoy haciendo lo que me hace feliz. Después de todo, soy responsable de mi felicidad y me la debo.
-He aprendido a valorar a mis amigos, porque cada día los estoy perdiendo, no porque me enemiste con ellos, sino porque se me adelantaron a la vida eterna.
-Valoro todo lo que tengo más que lo que anhelo, porque lo que tengo es mío: mi vida, mi familia y mis amigos. Autor desconocido.
Amigo lector, ¿qué opina?_