1. La verdad: Sea sincero. No diga nada a menos que sepa fehacientemente que es verdad.
2. La eficiencia: Aproveche el tiempo. Haga lo que deba hacer y hágalo lo más pronto posible. Recuerde que el tiempo es muy valioso para malgastarlo.
3. La Diligencia: Tome decisiones conscientemente. Decida lo que debe hacer y hágalo con entusiasmo. Si duda, pida consejo, pero nunca permanezca en estado de confusión.
4. El Respeto: Cuide su relación con la gente. Todo ser humano ha de respetarse. Guarde la distancia con todos. Trate a todos cómo quiere que lo traten a usted.
5. La Tranquilidad: Mantenga la calma. No deje que ni las pequeñas cosas lo alteren. Demuestre sosiego en todo lo que haga.
6. La Serenidad: Tenga presente qué: "Las palabras del sabio son dichas calladamente". Fomente ese hábito, lo comprenderán y se comprenderá mejor.
7. La Higiene: Mantenga invariablemente su higiene personal, como la de su ropa, su casa y todas sus pertenencias. Respete tanto a su cuerpo, como a todo su ser.
8. La Paciencia: Cultive la paciencia. Recuerde que hay un momento para todo en la vida, no pretenda anticiparlo.
9. El Orden: Es importante concentrarse en todo lo que haga, no se disperse. Guardar cada cosa en su respectivo lugar, evitará pérdida de tiempo y de paciencia. Maneje su tiempo y sus recursos con orden. Planifique y organice.
10. La Humildad: Reconozca sus propias limitaciones y las virtudes del prójimo. Aprenda de todos. Cada persona tiene conocimientos o virtudes que usted no posee.
11. La Rectitud: Acuérdese que "Lo que es desagradable para usted, no lo haga al otro". El que ama y practica la justicia es justo y su conciencia es limpia. Haga siempre lo correcto.
12. La Austeridad Moderada: Recuerde qué rico es el que está satisfecho con lo que tiene; qué el dinero es para ser utilizado, no amado; qué es un medio y no un fin en sí mismo.
13. El Silencio: Juzgue el valor de las palabras antes de hablar. Hablar es una de las armas más poderosas. El silencio es expresión de sabiduría. Piense antes de hablar y no hable a menos que lo que tenga que decir, sea más valioso que el silencio. Autor anónimo.
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