Política

El sueño de Goebbels

Pareciera ser que algunos candidatos, funcionarios, gobernantes y figuras públicas se resisten a ver una verdad diferente a la que el ciudadano común y corriente ve.

Últimamente me he topado con algunas entrevistas de candidatos, funcionarios y gobernantes, que caen en la dinámica de la negación, refutan o invalidan situaciones que para la gran mayoría de las personas son claras.

Me toca escuchar a funcionarios de varios niveles de gobierno que mencionan ejemplos como: 

“la mega deuda de Coahuila es cosa del pasado” “En Torreón, no hay problemas de agua”, “En mi gobierno no hay corrupción” y me pregunto: ¿qué tan difícil es admitir que las cosas no están del todo bien?, ¿Por qué no darnos cuenta de que hay áreas de oportunidad? El reconocer el problema puede ser el principio de un cambio, y si viene de una autocrítica, pues el que mejora es uno mismo.

Me viene a la mente una frase de Joseph Goebbels, ministro de propaganda de la Alemania Nazi, que proclamaba sin ninguna vergüenza que una mentira mil veces repetida se transforma en verdad.

Esta premisa en el área de comunicación hasta cierto punto es verdad, el mismo Goebbels decía que, la capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa, por lo cual tienen una gran facilidad para olvidar. A esto le apuestan.

Sin embargo, me imagino a una persona que no tiene agua en su casa, el ver a un funcionario proclamar a los cuatro vientos que el problema del agua está resuelto ¿le creerá? O me pregunto si para este ciudadano el problema de la mega deuda es un tema del pasado, cuando al día de hoy todos los Coahuilenses pagamos, indirectamente, intereses anuales por 43 mil 661 millones de pesos en deuda total, incluida la bancaria y la de proveedores; la más alta registrada desde el 2011, y que el pago de esta deuda, ha generado dificultades de flujo financiero para cuestiones tan esenciales como generar infraestructura o incentivar la economía o directamente para ayudarle; no creo que él lo olvide en buen tiempo.

El hablar de que se pueda erradicar la corrupción en cualquier gobierno por acto de magia sólo por el hecho de tener una cartilla moral, suena a algo tan absurdo que una persona puede dudar inmediatamente; y más cuando las redes sociales evidencian que las personas en puestos clave, han demostrado tener intereses particulares y no están exentos de cometer actos de corrupción. 

No creo que la gente les crea.

Sin embargo, podríamos esperar que el ciudadano común y corriente tenga prioridades más importantes que el involucrarse en temas políticos. 

Sus problemas están en el día a día, en mejorar la calidad de vida de su familia, el contar con servicios públicos de calidad, y muchas veces, estas dinámicas generan que exista una esperanza de que las cosas mejoren y dan su voto de confianza a aquellos que perciben que son más cercanos, escuchan o les pueden ayudar en algo, aunque sea un apoyo o una despensa, a pesar de que les mientan.

Es trabajo de la sociedad hacer que el sueño de Joseph no se haga realidad, una mentira dicha mil veces no debe hacerse verdad y para ello, necesitamos de ciudadanos informados, conscientes y participativos que no se dejen anestesiar por las mentiras y que no olviden la historia, pues sólo quien no la conoce está condenado a repetirla.

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Jorge Reyes
  • Jorge Reyes
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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