El derecho al libre tránsito en la totalidad del territorio nacional que, obviamente incluye e involucra el acceso público, libre y directo a las playas existentes en todos los 11,122 kilómetros de extensión del litoral mexicano, es una prerrogativa fundamental para el goce y usufructo de las bondades, beneficios y atractivos que el país ofrece tanto a los turistas nacionales o extranjeros como a los habitantes y vecinos de las localidades en sus inmediaciones.
Es el caso que en el municipio de Solidaridad, en Quintana Roo, y más específicamente en la playa de Xcalacoco han ocurrido actos de apropiación del espacio público de manera apócrifa y a todas luces por encima de la legalidad. Vaya, lo de siempre, hacer negocio con los bienes públicos para generar prebendas absurdas y obscenas ganancias a particulares que medran y lucran con lo que no les pertenece y, lo peor, quizá en contubernio con autoridades y personajes de la política que hacen mutis o son más que permisivos y laxos a la hora de ejercer y aplicar la norma para que la ley se cumpla.
También sé que el año pasado, 2023, un grupo de ciudadanos detectaron que un hotel, de capital español, se hizo de un espacio que opera como servidumbre de paso para conectar con la playa en ese punto e impidió el acceso de los ciudadanos al mar de todos. Cabe decir que hubo de por medio una especie de permuta desventajosa para trasladar el paso a través de otro camino, mismo que, de la misma manera fue cancelado para impedir el tránsito de la gente local o de turistas que no se hospedan en ese hotel. Es un acto que trastoca el derecho natural al goce de lo que nos pertenece y propicia condiciones de exclusión y precedente generar privilegios y exclusividades que atentan contra los más elementales principios del valor de lo público.
En ese sentido y para contrarrestar dichos actos, mi amigo arquitecto Antonio Saldívar, lideró la acción ciudadana para defender una causa común para recuperar ese espacio común. De modo pacífico y civilizado han procurado solicitar y exigir lo pertinente en justicia y equidad: que se deje libre el acceso a la playa y que no se cometan más las acciones relatadas. De tal suerte, los representantes legales del
Hotel Azul Fives han presentado denuncias ante la fiscalía local para amedrentar a Antonio y a los vecinos, acusándolos por amenazas y agravios -cosa que es absolutamente falsa- que jamás ocurrieron.
Hoy por hoy, mi amigo y algunos vecinos están impedidos de acercarse al hotel o sus inmediaciones y por tanto no pueden disfrutar de la posibilidad de solaz y recreación a la que tienen derecho, además de estar en riesgo por potenciales y posibles venganzas. Además Antonio ha recibido amenazas de muerte.
Así pues, cabe decir: ¡Ya basta!. Este es un llamado de atención a las autoridades para que regularicen la situación y garanticen las condiciones de seguridad y la vida de quienes luchan por preservar para todos el bien común. JFA