Lo que vimos -o escuchamos- el domingo 17 de marzo fue una fiesta de las mentiras. Me refiero a lo que luego dicen: fue un debate. No, mis niños y mis niñas, lo que presenciamos fue una exhibición de necedades y sinrazones. Fuimos testigos de la exposición de una retahíla de exabruptos e improperios; de ataques y pedradas dignas de los barrios de las peleas de perros. Manifestación pura de la inopia y los vacíos.
No hubo atisbo de coherencia ni sustento en los discursos. No hubo planteamientos serios ni mucho menos propuestas claras y cuantimenos ideas, para encontrar soluciones a los graves y grandes temas pendientes en la agenda política xalisca.
Evasiones y omisiones que eludían contestar las preguntas y evitar las respuestas. Una y otra vez hubo recriminaciones y reclamos, sacadas de lengua y rasgado de vestiduras.
“Tú la trais” fue el contenido de los guiones acartonados y las palabras sin sentido ni significado. Nada quedó claro: se confunden los conceptos y se tergiversan los mensajes… aparecen las mentiras. Fue un debate de mentiras que propicia la debacle de la democracia. Fue un remedo paupérrimo e insulso de cuentos y palabrerías de tianguis, lugar común del chisme y el cotorreo. Los contendientes daban risa. Fue muy cómico.
Los temas y sus soluciones estuvieron ausentes: Educación no son programas inútiles aunque haya útiles y refrigerios; Seguridad no son las policías ni cuantos elementos haya o no -sus cuentas no les daban- sino condiciones para generar una cultura de paz y de crear comunidad para revalidar la noción del NOSOTROS para así construir la DEMOCRACIA y alcanzar a definir y comprender que la política es el acto de diálogo civilizatorio que no hemos alcanzado.
Así pues, estamos en la antesala del escenario para una contienda de las vanidades. Para ustedes, los candidatos, no importan ni el pueblo ni los proyectos, no existen los programas de gobierno ni las metas alternativas y pues, solo les interesa promover su imagen… y así no se puede.
Es mi voluntad expresar ahora que deseo que los candidatos asuman que no importa la promoción de sus personas y menos de sus historias personales, lo que verdaderamente importa son los compromisos para llevar la nave a buen puerto. Claudia, Pablo y Laura: Nos vemos el 2 de junio y quedo atento a su llamada previa para escucharlos (33-3440-1623).
